……
Princess, nunca había temido a las alimañas…
Antes de salir de su habitación, se aseguró de abrir un poco la ventana y el cajón que aprisionaba una cola tan larga como su dueño, quien al marcharse recibió la advertencia de guardarse mucho de volver por esos lugares y menos aún cuando hubiera cerezas.
……
Consultó el reloj. Era hora de subir a su habitación, tenía una cita pendiente…
Al ver a Princess, la rata se alegró tanto que pegaba piruetas dignas de un gimnasta, caminaba en círculos y se posaba en sus patas traseras, hasta que consiguió que Princess mirara debajo de la cama….
A un lado de unas secas semillas de cereza, se encontraba un melocotón de perfectos matices rojos que resaltaban la superficie blanquecina y que le confería un aspecto aterciopelado.
…Escuchaba con atención y cada vez más alegre a causa del vino. Princess arrojó los zapatos de sus pies…
-No los maltrates, creo que luces bellísima con ellos, dijo la rata.
-No sabía que las ratas hablaran, respondió Princess libre de sorpresa, a causa el alcohol.
-Todas sabemos, solo que no todas queremos hacerlo…
-¿Ni siquiera entre ustedes?
-Tampoco… producimos ruidos para darnos a entender. Por ejemplo: “ji-ji-ji-ji”, significa tengo sueño, “ji-ji-ji-ji” quiere decir me voy porque me están esperando, o “ji-ji-ji-ji” significa “te amo”.
-No te ofendas, a mi me parece que todo suena igual.
-Hace falta educar el oído para entender a las ratas.
-Ya lo creo, ¡es tardísimo! Buenas noches.
-Buenas noches, descansa. Respondió la rata y añadió: “ji-ji-ji-ji”
……
Aquel día Princess se atrevió a preguntar:
-¿Así que las ratas nunca revelan sus nombres?
-Jamás.
-¿Algún motivo?
-Las ratas viejas afirman que al hacerlo pierdes el corazón.
-Me has dicho tu nombre, me has contado muchas cosas. ¿Has perdido el corazón?
-No lo creo, todas las mañanas me toco el pecho para comprobar que aún lo tengo, que sigue en su sitio y latiendo, pero sabes, aunque palpita y lo escucho, siento que esta en otra parte.
Al oír eso, Princess se llevó la mano a su propio pecho…
……
-¿Cuándo es tu cumpleaños? Te haré una fiesta.
-Nuestra edad no se calcula en años, se calcula en vivencias por el número de anillos que llevamos en nuestras colas…
-¿Como los árboles? ¿Cuántos anillos llevas?
-Trece. Este que puedes ver aquí, me acaba de brotar.
-¿Cuándo fue eso?
-El día en que me perdonaste la vida.
……
Hacía tres días que Princess no veía a la rata…
-¿Acaso eres bobo? ¿No sabes lo que estaba preocupada por ti, sin saber lo que te había pasado?
……
Las mejillas de Princess eran suaves como una seda fina. La más fina y brillante.
-El cocodrilo del estanque, el que está del otro lado del monte, también lo hace.
-¿Qué hace?
-Saca agua de los ojos cada que se come a un cervatillo o a un perro.
-Es parte de su sistema digestivo.
-¿Y tú? ¿Te comiste a alguien? No veo que falte nadie. Te hubieras comido a tu gato.
-¿Cómo es que lo haces?
-¿El qué?
-Hacerme reír cuando en verdad lo necesito.
-No lo sé, tan solo pasa, quizás sea por que no trato de hacerlo.
-Pues lo consigues siempre y me gusta. Eso de reír es mucho mejor que llorar.
-¿Entonces porqué lo sigues haciendo? ¿Sirve de algo?
-No lo sé, es algo que tan solo pasa, quizás sea por que no trato de hacerlo.
……
-Lloramos cuando tenemos un sentimiento que deseamos expresar al máximo, ya sea alegría, tristeza, soledad, euforia.
-Es salada, dijo la rata probando una lágrima, si expresa felicidad o tristeza ¿no debería ser dulce o amarga?
-… llorar nos recuerda que aunque la estemos pasando mal, siempre hay un mañana por delante, o por el contrario, si somos felices, que debemos mantenernos libres de presunciones. Dice una sentencia latina “memento mori”, recuerda que vas a morir.
-¿Morir?
-Perder el gusto de ver un nuevo día, dejar de soñar… dejarse arrastrar por la soberbia, por el egoísmo y por el odio. Dejar de sentir. Morir es irse y nunca volver. El sueño del que no se despierta. Unas veces porque es imposible; otras porque no deseamos despertar.
-¿Hacer que llore un cocodrilo desde adentro?
-Algo parecido- respondió Princess divertida.
,,, rieron hasta que soltaron lágrimas. Lágrimas de felicidad.
……
-¿Has besado a alguien? , preguntó Princess.
-…Tienes curiosidad por saber si funciona con las ratas lo mismo que con los sapos…
-Perdóname, solo era curiosidad … no quiero que te enfades como ayer.
-No importa, en realidad esperaba esta pregunta. Los besos son algo que me intriga…
-Entonces ¿cuáles besos te intrigan? ¿Cuáles son para ti los más hermosos?
-Los que son como un tesoro, como talegas de terciopelo repletas de monedas, que se dan vertiendo todo el contenido hasta mostrar la talega vacía y vuelta al revés. En los que esas bolsas son el alma, no solo el cuerpo; y las monedas un tesoro tan pequeño que se acaba cada vez que se besa, pero tan grande, que es capaz de llenar la talega una y otra vez, cada que se vuelve a besar. Los besos en los que el tesoro es sentimiento, uno tan intenso como el que siento por ti.
……
“Sus ojos son cafés y más oscuros que los míos”, pensaba Princess mientras acercaba más y más la cara y su boca finalmente encontraba el hocico de finos bigotes.
…Luego todo fue oscuridad… de destellos de mil colores fosforescentes, dibujados sobre un paño negro. Sus manos se aferraron a la cintura de Princess y su mejilla humana le prodigaba caricias desesperadas.
… habían abandonado un lugar que les era ajeno, ahora podían decir que habían regresado a casa, sus manos podrían haberse encontrado dentro de la fuente y estas se habrían confundido… las notas musicales les emocionaban a un mismo tiempo y sus corazones palpitaban llevando en sus torrentes la vida que desde ese momento y en adelante compartirían, que habían compartido siempre, aun antes de existir, aun antes de comprender que siempre estuvieron buscándose en la eternidad.
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