Dos veces muerta

Dos veces muerta

Vina

04/07/2023


En el principio…

¡Agua!

¡Tráeme un vaso de agua para beber! Escuchó la voz de un hombre a su puerta.

La viuda no acostumbraba abrir la puerta, ya entrada la tarde; pero la presencia de aquel hombre la perturbó.

Silenciosa acercó su ojo a la cerradura de la puerta y en un movimiento descuidado el hombre cayó prácticamente a sus pies.

¡Tú eres la mujer que busco!

Ella, con la sorpresa en el rostro y la molestia en la boca:

– ¡Imposible! A mí nadie me busca, ya! … no tengo dinero, ni comida, ni tiempo… ¡ni nada! –

La pregunta…

Es evidente que no es de aquí. La pobreza que azota a esta aldea desde hace tiempo ha dejado a muchos como usted deambulando por las calles; pero su acento es distinto.

¿De dónde viene?

De lejos. De un lugar tan perdido en el pensamiento que no sé si fue real.

Un lugar donde sustentan los cuervos y el arroyo se seca.

-¡Cuece pan y dame un trozo! – dijo el hombre.

Esas palabras fueron ridículas y ofensivas a oídos de la viuda; pues no tenía sino un puñado de harina y un hilo de aceite que apenas alcanzaría para dar de comer a su pequeño hijo.

-¿Es usted imperativo siempre?- Le preguntó en tono sarcástico.

-Desde que escucho la voz de Dios- respondió.

De repente…

El pequeño hijo de la viuda apareció en el umbral de la puerta.

-¿No pensabas llamarme a comer?

Tengo tanta hambre que me comería el pan de todo un batallón.- exclamó el niño

La mujer con más preguntas de las que podía contener en su cabeza salió al encuentro con su hijo:

-Me distraje, se me pasó el tiempo…

¡perdóname!-

Costumbre…

-¿Así que la hospitalidad es costumbre en esta aldea?- pregunto el hombre.

– Yo creo que es costumbre de mi mamá. Eso es lo que siempre me ha dicho:

”No se sabe cuándo sean ángeles a quienes uno hospeda”. Aunque usted no parece ser uno de ellos, ¿Cierto mamá? – aseveró el niño.

-Ve al cuarto. Te llevare pan en un rato – indicó la viuda.

La única razón.

El hombre y la viuda habían pasado largo rato en la cocina, frente a la hormilla.

Habían estado solos mucho tiempo, alejados del ruido y el movimiento del mundo; tanto, que resultaba difícil entablar una conversación de más de dos frases. Ya no sabían cómo mirar a una persona de carne y hueso.

-¿Hace cuánto vive aquí?- indagó el hombre

-Desde siempre. Nunca he salido de este lugar.

Estático es mi estado.

Es como estar muerta; como permanecer dormida – respondió la viuda

La mujer caminó hacia una pequeña ventana que había en la cocina.

Su aliento empañaba el cristal.

El hombre la observó y se sintió con el derecho de hacer más preguntas.

– ¿Qué son las piedrecillas blancas que hay detrás de la puerta de entrada?-

– Son los juguetes de mi hijo. Les llama así.

Tienen formas y tamaños diferentes. El podría reconocer si le falta alguna.

Mi hijo es la única razón de mi existencia

¡La única razón para no perder la razón!

El tiempo se detuvo.

Vivieron tres meses como una improvisada familia.

Era el mediodía de un día domingo. El aire se sentía más caliente que de costumbre; el polvo de las calles se pegó a la piel de la viuda, a su ropa, a su nariz como nunca antes.

El silencio que consideró por mucho tiempo su más leal confidente, ahora hacía su entrada triunfal, escalofriante y contundente.

Se hizo de noche en un instante.

Entró a la casa y lo vió como nunca hubiera querido verlo. Tendido en la cama con la palidez y el frío del espanto.

Aquella imagen le cegó la mirada.

La viuda recordó lo que era perder a alguien amado, y el dolor intenso como hierro que marca la piel.

Le faltó todo: El aire y la fe.

La voz y la súplica.

Permaneció en el suelo junto a la cama, a los pies de su hijo.

Las lágrimas le laceraban las mejillas. El dolor en el alma le atravesaba la sensatez.

El calor en el piso alto de la casa se había condensado tanto que las paredes se oían llorar.

Una mesa, una hoja seca; “Los juguetes” del pequeño.

La cama con la muerte encima, y aquel hombre sin nombre.

Autor: Leandro Arévalo

Tema: Resquicio

Álbum: Transiciones

Casa Editorial: silenSCia Estudio

2023.

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