No tuvimos en cuenta que empezaba la temporada de huracanes. En la primera excursión la barca volcó; el tercer día el techo de la cabaña salió volando y el quinto la pasarela se rompió, caí a la laguna de los peces de colores y me hice un esguince. Fantástico pues, gracias a todo eso, he conocido al médico, que me ha curado el tobillo, al que voy a reconstruir la clínica y con el que quizá me case por uno de esos ritos exóticos de por aquí. No será legal, pero tampoco lo era nuestra unión y no por eso fue peor… hasta que dejaste de estar en ella, algo que ocurrió hace demasiado tiempo, he tardado en darme cuenta.
Como verás, hice bien en adelantarme para no perder la reserva, mientras tú cerrabas tu último negocio. Con estas vacaciones hemos ganado los dos, aunque las pagaras tú. Esto no es por despecho, créelo, es sólo por vivir, por no desperdiciar ni un minuto más. Porque como tú siempre dices, las oportunidades se cazan al vuelo. Sin rencores. Parece que viene otro huracán, así que debo despedirme o la que saldrá volando seré yo.
DESTINATARIO
Álvaro de la
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