Solo quería decirte que ya no te tengo miedo

Solo quería decirte que ya no te tengo miedo.

Solo quería decirte que ya no te tengo miedo.

Ya he sido feliz, plenamente feliz, así que creo que te he ganado la carrera. Ya no puedes llevarme antes de conocer la felicidad.

He visto imágenes, escuchado sonidos, olido aromas, gustado sabores y tocado cuerpos que nunca podrás arrebatarme. Ya son parte de mí. He amado y he recibido amor, sin condiciones.

Ya no puedes invitarme a viajar contigo creyendo que vences una vez más. Porque yo he podido ser feliz, plenamente feliz. Aunque haya sido por un mínimo instante. Aunque haya sueños por cumplir.

Quiero que sepas que, aunque el sueño más intenso que vive ahora en mí no lo pueda conseguir, no me habrás vencido. Porque mi imaginación me permite vivir ese sueño cada noche. Por descontado que si se cumple será aún mejor. Pero hoy, ahora, puedo decirte que ya he sentido mi sueño en mi cuerpo y en mi mente gracias a mi imaginación.

Ya he llorado por mi muerte, ni siquiera en eso vas a poder ganarme.

Ya estoy lista. No temo tu llegada. He sido feliz. Tú pierdes.

Irene.