Las experiencias,son meros recuerdos, cada intransigencia o acierto cometido,no es mas que un eco en el devenir de los días.

Así, una conexión dendrítica, un intercambio de sustancias, pueden producir una amargura, un desasosiego, un placer, o una alegría, que no tienen que ver con el momento que se vive, ni el entorno circundante. ¿Cuantos locos hemos cruzado, riéndose solos , o llorando?

Y en la avalancha de emociones, un espacio vacío, un suspiro, un bache, una laguna, que nos devuelve a la realidad. Una brisa helada sobre el rostro , que quita la ebriedad, no viene de nosotros ; algo la provoca exteriormente, y sin duda, en algún momento, te salvo la vida.

Ese punto, necesario para que lo redactado se entienda, es esa letra «Y» que en si misma no dice nada, pero que con contexto es la suma de dos fuerzas, o la espera de algo más. Ese vacío es el soporte del universo:» LOS SILENCIOS DE DIOS».

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