Desde hace ya bastante tiempo, es que, se viene hablando en diversos lugares del mundo acerca de las libertades individuales y colectivas de las sociedades y los seres humanos, es por esto que muchos han salido a las calles para exigir a los gobernantes se respeten nuestros derechos básicos, y que el estado garantice el cumplimiento y respeto por dichos acuerdos.
Actualmente en América del sur, es muy común que se coarten de manera arbitraria las libertades individuales, ya sea por poder económico, así como por el hecho de pertenecer a una «élite» o «familias tradicionales», de las respectivas naciones en cuestión.
Los principales problemáticas son asociadas al fanatismo dogmático impulsado por las religiones y en menor grado por la monopolización de derechos fundamentales básicos, como la educación y la salud. Estos estanca a los países y les impide avanzar, pues se encierra, en paradigmas teológicos, que carecen de lógica y los cuales buscan ensalzar, la figura de seres humanos, tal como todos, pero considerados «líderes de opinión».
Suena muy contradictorio en muchos de estos casos que gente de fé, la cual esta para ser un guía espiritual, abuse de su poder ante la sociedad para así imponer creencias del primer milenio D.C. Incluso es un absurdo, que un ser humano, que eligió el celibato, te enseñe como debes llevar tu vida sexual, hablando con propiedad cuando empíricamente jamás sabrá como es el sexo realmente.
Aún así, estos seres perversos, logran mover grandes masas de gente temerosa y poco analítica que caen embaucados, entregando sus bienes, dinero y lo más importante, su reflexión, lógica, raciocinio, o sea, nuestra fuente de vida y lo que nos diferencia de otros seres, esa capacidad maravillosa, la que nos lleva mediante la inteligencia a cuestionarnos fenómenos o sucesos (pero no nos alejemos del tema).
En muchas de estás naciones, y me centraré en 3; (Brasil, Chile y la Argentina, desmenuzando uno a uno mediante un ejemplo cotidiano, la gran brecha que existe en cuestión de libertades y derechos sociales). Es significativa la desigualdad y falta de oportunidades, para gente de primera y segunda clase en relación con sus libertades individuales:
1) Argentina: Como ya es sabido por todos la tasa de muertes de mujeres vejadas y abusadas de forma masiva para luego ser asesinadas, han alcanzado su pico más alto durante el último tiempo, aún así, muchas personas asociadas al clero han vinculado estos hechos con castigos divinos o justificando los hechos por su forma de vestir por ejemplo.
2) Brasil: También el Brasil cuenta con tasas similares de asesinatos por temas de genero, en un país con diversas religiones, han también muchos líderes de opinión caído vilmente al enjuiciar personas abusadas, por su lejanía de dios, incluso llegando en algunas partes a lapidar y asesinar en público a personas por el solo hechos de considerarlas «herejes»
3) Chile: Acá el problema no varia mucho, pero dado los ejemplos anteriormente dados, daré paso a un tema que genera controversia, el «aborto terapéutico», hace no mucho tiempo a una ministra de salud, le costo su cargo el decir que muchas mujeres con condición económica buena, practicaban abortos en clínicas privadas, mientras las mujeres de bajos recursos mueren en hospitales, por inviabilidades propias del feto o embarazos con riesgo para la salud de la madre. Es por estos que el gobierno de turno lanzó un proyecto para realizar abortos terapéuticos en 3 causales; inviabilidad fetal, riegos para la salud de la madre y violación. Ante estos autoridades eclesiásticas rasgaron vestiduras y prometieron a los promotores de dicha ley las siete plagas de Egipto, la irá de dios, etc. Y es ahí cuando me pregunto, tiene un hombre de carne y hueso, ¿juzgar a una mujer violada? ¿solo por el hecho de llevar una sotana?
Puedo concluir, que esta forma de imposición de a ética teológica, es cínica y falsa. Alejada de la ética moral sensible, que desnuda al ser humano y los coloca a todos en la misma línea, lejos de los prejuicios absurdos y los títulos sin sentido, dados por el ser humano.
Si ese dios de amor, del que predican y en el que se escudan para maldecir, existiera, ¿acaso no creen apoyaría a una mujer abusada?. Acaso ese dios al que llaman, dios de amor, no le diría acercaos, te apoyaremos en tu dolor y ayudaremos para que recuperes tú vida. En vez de condenarla a morir o tener que vivir junto al resultado de un abuso sexual impropio.
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