Adivina

En aquel lugar húmedo y frío,

solo alumbrado por aquellos fluorescentes destellantes,

me encontraba yo en trance de evadirme de una manera monótona.

Todos hablaban,

pero yo no llegaba a oír las estupideces,

que aquellos podían estar diciendo.

Me encontraba asumida en mi misma,

fija en lo que tenia delante…

La luz, caía de una manera insolente

sobre aquella zona verde, invadida en su totalidad

por aquellos extraños objetos de diversos colores.

que rodaban de un lado a otro,

emitiendo un raro quejido

como consecuencia del fuerte golpe.

Diríase que aquella luminosidad,

les anunciaba de alguna manera,

al azotamiento al que estaban condenadas.

Era su razón de ser,

estaban allí para ser coaccionadas,

de aquella manera brutal,

en manos de una poderosa potencia,

en forma de larga y estrecha vara,

rodando de un lado para otro,

volcadas o escondidas en cualquier rincón,

esperando su turno…

Fue así, como al salir de mi abstracción,

oí tu voz…