Escuchábamos tambores y un sonido de flautas .El trotar de los caballos y el paso de la infantería.
Era el enemigo un enemigo poderoso, las tropas del Emperador.
Napoleón se estaba apoderando poco a poco de toda Europa.
Su emblema un caballo blanco. Su tropa, mercenarios.
Empezó ofreciendo sueños de un gran imperio, nos hizo creer que se seriamos más fuertes, que no dependeríamos de él, que a su lado la vida sería más fácil, toda la juventud de nuestros países vecinos estaba siendo derrotada, nuestros padres no lo vieron venir, nuestros líderes caídos en la corrupción y la decadencia, incluso le abrieron las fronteras, dejaron que paseara sus ejércitos por nuestros caminos, que entrara en nuestras casas, los medios de comunicación también se aliaron y entraron en su sucio juego.
La iglesia siempre santa, en silencio.
Algunos jóvenes y otros simples niños desconocían su poder, otros simplemente no supieron que hacer.
Poco a poco, día a día sus tropas una vez acomodadas empezaron la sangría, se apropiaron de nuestras casas, de nuestras mujeres, de nuestro pan.
Nos pedían mas alimentos y nosotros teníamos que dejar de dar de comer a los nuestros, para satisfacer a sus tropas, sus caprichos nunca eran suficiente, siempre pedían más.
Disponían de nuevas armas cada mas destructivas, a veces nos atacaban con tantas a la vez que nuestras cabezas no sabían ni reconocerlas , cuando alguno caía, los médicos no sabían actuar, esas armas estaban acompañadas de nuevas enfermedades incluso la sociedad rechazaba a los enfermos, a muchos incluso los suyos lo rechazaban, eran los nuevos leprosos de la ciudades.
Y el emperador Heroína continuaba su conquista.
En vez de Libertad, Igualdad y Fraternidad, nos sometía a hambre, vergüenza y dependencia, se decían nuestros aliados y eran nuestros opresores.
Y tuvimos que ver a muchos caídos, casi siempre los mejores. Los mas vulnerables siempre fueron, los pobres y los desfavorecidos. Y si, también ataco a las buenas familias. Entonces surgieron las primeras voces , ayudarían a la lucha, el precio hasta el momento era mucho, nuestros jóvenes.
Veríamos caer nuestras ciudades una y otra, vez pero lucharíamos por recobrar el honor e independencia, esa seria nuestra lucha.
Cuando la santa iglesia seguía ofreciéndonos su libro sagrado como única arma, siempre había un sacerdote con una pequeña parroquia abierta en un barrio alentando a la lucha.
. Y aunque muchos no éramos guerreros, éramos hijos, padres y hermanos.
El levantamiento empezó, en la capital la gente salió a las calles , los primeros fueron los padres arrepentidos, de ver como sus hijos, se convertían en muertos vivientes incapaces ellos solo de una rebelión.
Entonces los vecinos de un barrio castizo, las mujeres, los abuelos los hermanos grandes y pequeños todos salieron casi sin armas con sus herramientas caseras, todos al grito de.
´´ POR LA INDEPENDENCIA´´
La lucha fue calle por calle , plaza por plaza , a veces refugiándose a veces lanzándose a una muerte trágica esa noche del dos de mayo , nos lanzamos todos con un cuchillo en las manos contra la más poderosa caballería del mundo ,un caballo blanco con un jinete pálido de nombre la muerte.
Paso la noche, y todo eran miedos, donde nos refugiaríamos a quien pediríamos ayuda, nuestros aliados estaban lejos, y la venganza seria sin piedad.
Nuestros mejores Héroes habían caído, buscaron casa por casa, los libreros, los sarteneros, los pasteleros, todos los gremios desarticulados, la sociedad rota, lo tuvieron fácil para encontrar delatores, y empezó su venganza.
Un frio paredón un hombre con su camisa blanca con las manos en alto pidiendo libertad un fraile suplicando misericordia junto a una mujer pensando en sus hijos, y enfrente seis fusileros traídos de otras tierras , mercenarios dispuestos a cerrar los ojos a la orden de fuego.
Pero no sería suficiente las ejecuciones y los humillación, lucharíamos por ser libres e independientes, saldríamos las calles y los caminos, formaríamos guerrillas, buscaríamos aliados y esta vez tendríamos armas, tampoco tendríamos piedad, no habría marcha atrás esta vez seria hasta final, Victoria o Muerte.
Hasta la victoria contra el Emperador Heroína.
Ese fue el grito de la sociedad, pequeñas ciudades inmortales se convirtieron en tumbas, las enfermedades diezmaron, la hambruna mataba a los niños, el enemigo no tendría piedad. Y los que quedamos con vida salimos a su encuentro.
A las puertas de sus ciudades esperarían las mujeres,, a la orden de fuego, con viejos cañones, si no era bastante una vez serian dos, y si no tres pero no estaban dispuestas a ver perder a más hijos, el futuro dependía de ello.
Y al final consiguieron la victoria.
Ahora sabían cómo combatir , sabían a lo que se enfrentaban, que siempre habría enemigos al acecho , el ayer ya era solo pasado ,necesitaban crear un nuevo futuro y para eso tenían que expulsar al enemigo, educar a las familias de otra manera , tener un ejército de personas libres y capaces , el tiempo cura la rabia, a lo mejor no el deshonor pero eso es una cosa que tendrían que entender todos juntos , crear una sociedad de las cenizas , entenderse muchas veces en cosas inentendibles en otro tiempo.
No fuimos capaces de ver los cambios de otras sociedades para estar preparados. Siempre recordaríamos las batallas ganadas pondríamos sus nombres en nuestras nuevas calles, nuestros héroes en nuestras pinturas, y sus nombres a nuestras hijas e hijos,
Conseguimos aprender de la derrota y de nuestros errores, estaremos alertas al opresor al que nos dejo casi sin voluntad, y esta vez seremos más fuertes.
Alertaremos a nuestros vecinos, crearemos asociaciones, donde poder hablar, compartir y desarrollar nuevas armas.
Si necesitamos ayuda la pediremos si nos agreden responderemos, si todos estamos en una comunidad, nadie tendrá que enfrentarse solo, nadie será engañado.
Y vendrán otros, emperadores, reyes o simplemente dictadores.
En forma de nuevas sustancias pero esta vez estaremos preparados y combatiéremos de la misma manera, siempre al grito.
´´ NO A LA DEPENDENCIA´´ NO A LOS ABUSOS,
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