Soñé que era libre, me recosté en prados vedes donde las flores cubrían mi cuerpo, su aroma penetraba hasta lo más profundo de mi ser. Trinos de pájaros musitaban tan dulcemente que acariciaban mi alma como el beso de una madre.

Me bañé en aguas cristalinas, contemple las estrellas que bailaban en el cielo. Mi risa se marchaba en el aire retozando por montes y cañadas.

Me abrazaron los brazos del amor, me besaron los labios de los niños, y me sentí feliz.

¡Quién pudiera tornar en realidad este sueño! o volver a soñar.

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