EN UN LUGAR…

En un lugar de bosques melancólicos

se desnudaban dos almas lectoras,

una vaga, la otra mora,

son dos tristes, son dos alcohólicos.

En un lugar de café fresco y oscuro

se confunden entre el vapor.

Dan algunos vistazos sin amor,

casualidades del sino seguro.

En otro lugar mas alejado,

con el tiempo sus cuerpos han cedido

a los ritmos de la pasión confundidos,

sus templos con sexo destrozados.

Pero como es de dulce…

en un ultimo lugar de cenizas

ya no se perciben sus sonrisas,

ni los libros, ni las miradas, ni cuerpos en roce;

ya dieron las doce del cuento inocente.

Una parte, la otra se aferra,

alma ilusa, alma perra,

ella sonríe, él truena los dientes.

ESCAPA

¡Corre mujer!

no seas necia,

recuerda lo que te decían:

-amar significa perder-

Si tus piernas quebrantan

alza vuelo a otro horizonte,

que tus alas son gigantes,

pero en el cielo el amor también atrapa.

Y si tu avidez de escapar

por entre las nubes cómplices

falla… pues el clima va en malas condiciones,

recuerda los callejones entre el mar;

si entre delfines no encuentras sitio,

si los corales te rechazan por tu hermosura,

significa que el amor por ti se apresura,

felicidades, no vivió quien amor no sintió.

SUFRIMIENTO

Dolían las manos al pasarlas por mi rostro,

quemaban mis dedos al dedicarte mas poemas,

mis labios resquebrajados por la falta de tus besos,

la garganta ardiente por el tabaco que se quema.

Y dolían mis ojos, rojos como el vestido de esa foto,

mientras rastrillaba mis pies en un vals solitario,

la úlcera de mi estómago por la falta de alimento,

me recordaba tu abandono, eterno, milenario.

También sangraban mis oídos por tu voz ausente,

mi cabeza por tu recuerdo molesto,

mi nariz rememorando el olor de tu perfume,

mi alma… también ensangrentada por supuesto.

Ahora te muestras en sufrimiento ¡hipócrita mal nacida!

¿por un simple puñal que en tu cuello asesté?

como si ese fuera el peor dolor para un ser humano…

¡sufrimiento el que por tu culpa protagonicé!

MUSA DESPRECIABLE

Melancolía, hermana siamés de mi soledad,

regresas a mí, de nuevo te esperaba,

aunque no contaba que fueses tan puntual,

me acostumbre a ser feliz, ya no te recordaba.

Me parecías tan distante musa despreciable,

en mi paraíso de ilusiones pensé enterrarte,

la alegría es tan pasajera como amable

y tu presencia tan palpable como irritante.

Lastimosamente eres fuente de inspiración pura,

tan cruel y fría es tu faz que no das espacio a la mentira,

sin importar que tanto odie tu figura,

más sincera que el amor has sido en mi vida.

Conservo la ilusión de algún día encerrarte en un cofre

donde yo decidiera cuando dejarte salir,

en el día encontrar donde la felicidad se esconde,

en la noche seas capaz de hacerme escribir.

Quizás en parte lo que sueño sea así.

Lo diferente es que no es completo lo pedido,

ya que la felicidad no llega a mí,

pero tu melancolía… sigues aún conmigo.

RECUERDALO

¿Quien dice que la extraño?

solo porque el café aún sabe a ella,

porque el cigarrillo se apaga cuando su recuerdo me estrella,

porque lloro al recordar su cuerpo desnudo en el baño.

¡No! maldita sea, no la extraño…

Sus besos aun cosquillean en mi cuello,

revolotean mariposas esqueléticas en mi estomago.

Cuando está y no está en todo lo que hago,

es que en días la olvido y en noches la sueño.

No, mujer… No te extraño

Mis manos aún están húmedas por tu sudor,

aun así, no extraño que te avergonzaras con mis miradas furtivas,

ni tus labios enrojecidos por mis mordidas,

ni el orgullo de que solo conmigo perdieras el pudor.

No mi vida, ya no te extraño…

O nuestros encuentros a solas en las afueras de nuestra vida social

sin que el mundo hablara…

solo el sudor de nuestros cuerpos se comunicaba

¿estas loca? eso como lo he de extrañar.

No amor de mis amores… no te extraño

Adiós, tus fotografías me esperan en casa,

tus notas, también tu olor.

Nuestros recuerdos de victoria y dolor…

Recuerda, no te extraño, por mi mente no pasas.

ASESINAME

Asesina despiadada, te conozco,

recuerdo la tortura… esa escena

como olvidarla, como olvidarla,

si desgarraste mi piel

con besos de cereza

y quemaste mis labios

con tu lengua blasfema,

como olvidarla, como olvidar.

Fueron tus manos lazos

quemaron mis muñecas

y tus muslos cárcel

atrapando mis piernas,

como olvidarla, como olvidarla.

Cercenaste mis ojos

desnuda y sin pudor,

¡látigos tus uñas!

sus rastros en mi espalda.

Tus nalgas redondas

arrancaron mis dientes

y, ahora, tu lengua cuchillo

tajando hasta bajo de mi vientre.

Como olvidarla, como olvidarla

suspendida sobre mi,

decidiendo sobre mi,

tomando mi pobre vida,

haciéndome vivir.

Asesina despiadada,

mujer que tortura,

hasta la próxima noche

mientras las heridas suturan.

No voy a olvidarla…no he de olvidarla.

SEÑORA AMORES MÁS MENTIRAS

Las eses de tu nombre riman con la mierda que recitabas,

procuras verte noble, cual señora solemne,

cual madre de burdel eres, mentirosa e hiriente,

en tu vagina he de perderme, mientras nadie pueda verme.

¿QUÉ SOY?

Quisiera ser golondrina…

alzar vuelo hasta que no me vieran,

ir de un lugar a otro cuando necesite,

huir de inclemencias, eso quisiera.

Quisiera ser licor…

rozar tus labios ansiosos de olvido,

incitarte a risas y lágrimas por igual,

es más, convertirme en tu vicio preferido.

Quisiera ser tu humo…

el que brota de tu cigarrillo,

el que te envenena dulcemente,

de todos tus suicidios el más sencillo.

Ahora, ¿qué soy?

soy tu tumba mi doncella,

tu dolor, tu cordura… ¡tu vida

maldita sea!… soy las huellas

marcadas en tu cuerpo delgado,

en tu inteligencia desarrollada,

en cada despedida melancólica,

en la cuerda en la que te encontré ahorcada.

DESESPERO

Se acercó con amabilidad que inspira desconfianza,

ofreció una cálida sonrisa que parecía más que eso,

más bien una atroz mueca con intenciones macabras,

con ojos huecos que helaron hasta los huesos.

Como lo vio desolado aprovechó el momento,

con euforia lo incitó a rememorar su tristeza,

¡lo devastó! hasta el punto de romper en llanto,

mientras sus manos acariciaron su dolorida cabeza.

Conversaron como si fuesen viejos colegas,

se deprimía con cada palabra emanada por su boca,

como un experto lo motivó a vociferar blasfemias

y si albergaba esperanza, ahora era menos que poca.

Juntos caminaron como sombras en la penumbra,

le prometió guiarlo hasta la solución más propicia…

el creyó, pues desespero eres el peor consejero

y sumado al desamor, la envidia y la codicia.

Y ahora, véanlo solo, sentado a la orilla de la demencia,

con los bolsillos doloridos, el corazón deprimido…

el corazón deprimido… en angustias naufragando.

Acertó un disparo un poco más arriba de su oído.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS