Conjuga mis días,
baila con mi alegría,
búscale pareja de baile a la pena
y así poder sentir
cómo fluyes por mis venas.
Conjuga mis sentidos,
no me hagas sentir viva,
demuéstramelo huyendo lejos
donde las ganas de comernos
sean adictivas.
Conjuga mi mal carácter,
haz de ese “no puedo”
toda una obra de arte
donde los protagonistas
sean nuestros labios besándose.
Conjuga mi tristeza,
hazme versos de poeta,
escríbeme estrofas en las piernas
y crea un poema
donde tu y yo acabemos con la pena.
Conjúganos,
cambia ese pretérito
que ya no es tan perfecto
y busca verbos presente
que nos encajen por siempre.
Conjúganos,
y olvidemos ya la sintaxis,
que ya me he cansado de analizarte,
déjate de buscar y de hacer teorías
y empecemos juntos con la praxis.
Conjúgame,
conjúgate,
conjúganos,
quédate,
y juntos vámonos.
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