Recuerdo…

Los Momentos pasados nadie me los regresara,

Me sigo lamentando, aquí en mi soledad.

Solo recordando, lo que fue calma y ahora es tempestad,

y esa nostalgia que me da,

el solo recordar cómo me hacías tan especial.

Pero de Aquella Tristeza que tanto me ha destrozado,

Solo se ha salvado los recuerdos que tengo estando a tu lado.

Entonces me pregunto, ¿Cómo fue que terminamos?,

Pero esa respuesta no se encuentra en un solucionario.

Te conocí un día soleado,

Tu con el saxofón y yo con el bajo

Y apenas te vi,

Ideé miles de planes para hablarte de inmediato,

Fue como un impulso que me duro bastante rato,

Hasta que rompí el hielo imaginario que nos había separado.

Y en aquel momento me di cuenta,

Que tú eras mejor por dentro de lo que había soñado.

Al principio fue difícil,

Pero logre que me siguieras hablando,

Entonces una linda amistad entre nosotros se fue armando.

Hablamos de nuestros días,

Aventuras y sueños compartidos que a futuro cumpliríamos,

Y juntos éramos dos seres humanos

Que jugaban como niños agarrados de las manos.

Entonces comprendí de lo que me estaba pasando,

era una atracción hacia ti y que me había enamorado,

Quise revertirlo,

pero era demasiado tarde,

porque de tu sombra y de tu luz, yo también quería ser parte.

Pero de todos mis planes, quizás el más loco fue amarte,

Estar tras de ti,

en todo lugar,

En todas partes,

Aunque lo que debí haber hecho antes,

Era meditarlo y pensarlo,

Pero estaba ciego porque mis ojos con tu belleza me robaste.

Tome una decisión indeciso y ese fue mi error,

Pero estaba decidido y en el mismo lugar donde nos conocimos,

Puse un pie al frente y salte hacia el abismo

Y sólo me salió un “te quiero” sincero,

Me sentía libre,

Ya no era el mismo.

Después de un corto tiempo,

Sin darme cuenta,

De a poco te fui perdiendo,

Al punto de la ignorancia de nuestra existencia,

Que de apoco esta se iba muriendo.

Finalmente nos distanciamos y entre los dos perdimos nuestro contacto,

Que daría por volver a lo de antes, pero de eso,

Ya no hay rastro.

Pero de todas las cosas que siempre te quise decir,

En mi mente solo hay espacio para una,

Ya que, al caer la noche,

Y todo este de oscura,

Solo mira hacia el cielo que siempre hay una luna,

Aunque a la mirada de tus ojos,

No se vea ninguna,

Porque, aunque creas que nuestra amistad se murió,

No te preocupes,

Solo sigue durmiendo en su cuna.