La Bruja de Debajo de la Cama.

La Bruja de Debajo de la Cama.

Lupe Mardel

27/08/2017

La Bruja de Debajo de la Cama

ya no asusta, ni hace nada.

Cuando era pequeño se asomaba, despacito,

desde los pies de la cama.

Y de repente, ¡zas!, la encontraba flotando

encima de mi nariz, como si en el aire nadara.

Gritando, llamaba a mi madre,

y cuando acudía se lo contaba.

«Mami, hay una Bruja escondida debajo de la cama»

«No te preocupes, son pesadillas.

Vuelve a dormirte, que no pasa nada»

Volvía a quedarme solo, porque no me creía.

Y la Bruja de Debajo de la Cama, se desternillaba:

«Niño estúpido. ¡Ningún adulto cree en brujas o fantasmas!»

Todas las noches yo gritaba y lloraba.

¡Esa bruja mala me asustaba!

Mi madre no me creía, pero un día

me dio un arma contra la bruja:

«Si vuelve a molestarte, enséñale la Estampa

de tu Ángel de la Guarda»

Aquella noche esperé, entre mis manos la Estampa,

a que saliera a asustarme

la Bruja de Debajo de la Cama.

En cuanto asomó la nariz, reuní el valor suficiente

para ponérsela en la cara, diciendo:

«Éste es mi Ángel Protector, y ante él

tú no eres nada.»

La Bruja se quedó pálida, temblorosa y callada.

Sonó algo así como un aletazo

y la Bruja salió disparada.

Fue a esconderse dentro del armario

y desde entonces, allí sigue guardada.

Ya no sale por las noches.

Y ni asusta, ni hace nada.

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