Siempre nos quedará el otoño…

Siempre nos quedará el otoño…

María Marí Roig

22/07/2017

OTOÑO.

Le robé al verano la esencia de colores,

el calor frustrado, la lluvia apelmazada,

las horas desgastadas, los días desaliñados…

Le robé al verano el amor desbordado

y desgrané las penas sombrías

cargadas de oscuras fantasías.

Le robé al verano la luz desmedida

y condensé mis aromas

en frascos de tiempo perdido.

Esperé el instante para vestirme de gala

y maquillar mis mañanas de escarcha

y cubrirme de alfombras doradas.

y reflejarme en ríos de plata.

Esperé las tardes quietas bajo el cielo de azabache

embriagarme con las risas del viento,

con el rumor de la tormenta sobre la calzada.

Esperé las luces palpitantes de la noche

hechizarme con besos de fuego,

paseos de Amor y abrazos de miel.

Y me ausenté al amanecer del invierno

resaca de sueños cruza mi ventana,

lágrimas plomizas sobre la almohada,

sábanas frías de nieve blanca…


VEJEZ

Soy el bastón que acompaña tus paseos,

la cojera que interrumpe tus pasos,

el dolor que irrumpe tus huesos.

Soy la pena que encoge tu cuerpo,

la lágrima que arranca tu tristeza,

la agonía que destroza tu piel.

Soy la marea en tu memoria,

el silencio en tus oídos,

la luz que se apaga en tus ojos.

Soy el viento que te detiene,

la lluvia hostigadora,

la tierra que resbala bajo tus pies.

Soy el dolor de la ausencia,

la amarga soledad,

la fuerza del olvido.

Soy la voz del recuerdo,

la huella del destino,

la puerta del adiós.


SOLEDAD.

Del mutismo aprendiste a caminar,

en soledad,

con el lenguaje

sombrío

que entraña tu penumbra,

con las heridas

entreabiertas

sobre la piel curtida,

envueltas en misterio

y tímidas sonrisas.

Se acurrucan tus palabras

sobre el asiento,

en tu vestido,

en tus gestos,

en un punto aislado,

en el foco oscuro

de tu mirada.

Y vas tejiendo historias

con hilos de emociones,

con trizas de vivencias,

en la esencia,

en el latido

de tus pasos,

acariciando el silencio…

Y se borra tu memoria

como aire fugaz

que se desliza

efímero y triste

en el horizonte

de tus recuerdos.

VUELVE EL OTOÑO

Huele a otoño,

se cuela

por la rendija

entreabierta

que va derritiendo el verano,

reseco

y cansado.

Siembra aromas

en las esquinas

de un estío arduo

y estéril.

Lo empuja

lentamente,

matizando sus colores.

Una hoja dorada

sobre la piel canela,

un ruido lejano

a voces marchitas;

secuencias,

latidos,

brisas fugaces,

cruzan el aire tibio.

Caen lágrimas

de rocío,

se deslizan suavemente

en el crepúsculo

de la tarde quieta.

Hojas secas,

el viento dibuja

coreografías

en el espacio,

se entrelazan,

juegan en remolinos,

acarician los pies,

se liberan

de las ramas:

tan cerca

y tan lejos,

tan verdes,

tan solas…

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS