Ofensas in-VERSO

Y hoy, ¿Qué les ofrezco? Hoy también desperté muriéndome desde el “ya”.

Hoy ya me levanté cansado de ceder.

Hoy, al no ceder, me voy a mover haciendo.

Hoy, naciendo, pretendo voltear el mundo para que vean su lado bueno.

Lo bueno, de hoy, es que tengo ideas y tengo papel en donde las puedo sangrar.

Le ofrecería a Gandhi su sal inglesa y luego a repartir dulces polémicas con sutil ligereza.

Por amor al arte alimentar mi demencia y en nombre de la ciencia quiero divertirme con preguntas que dejen un post gusto a malas memorias.

¿Qué más les ofrezco? Ayer coqueteaba y me movía con ideas inefables.

Anoche, al borde del desasosiego, razonaba por provocaciones personales.

Y ahí que se pavonean provocadas las personas.

Todo por un juego de buscar el vacío mas hondo y darle luz.

Y la luz mañana ahonda en un rio que ni fluye.

También que la fluidez era un dolor latente.

Que hermoso el dolor, que late y espera su turno, por cortesía.

Es mi turno ahora de recompensarle y ponerle toda mi atención.

Porque mientras no hay dolor, me aburro de mi abismo rutinario y de un letargo casi fatal.

Y me burlo de la fatalidad y me balanceo en el limbo emocional.

Que emocionante lo de no ir por ahí entendiendo.

Mañana, por burlarme, voy a entender. Entonces vamos a ceder, respondiendo a las ofensas diarias y a las respuestas infantiles.

Ofendamos como infantes o como ignorantes pedantes que menosprecian las palabras de los sabios beligerantes.

Vamos a llamarle sabiduría a relatar nuestras proezas de antes.

Entonces me voy a cuestionar mis decisiones.

Entonces voy a creerme las mentiras que me dice la taza de café para comenzar bien el día.

Voy a dejar que el puro de hierba se burle de las ocasiones en que he sobre actuado y ,finalmente, voy a dejar que una copa de vino me ayude a aceptar todo con calma y redención.

Lo bueno, de mañana, es que tengo mas café para engañarme, menos hierba para burlarme, y varios versos para alimentar mi demencia casual.