Una carta con demora

 Querido hermano:

Quizá estas palabras te lleguen con años de retraso, lo siento; no estaba lista, me ocupaba de vivir a prisa, independizarme y demostrar al mundo mi valía.

Son los mismos años que me dejan ver que muchas veces luchaba conmigo misma, no me di el tiempo de escucharte, de darte la comprensión que yo exigía a los demás.

Me esmero en recordar los momentos que compartimos, en los más recurrentes aún no pronunciabas palabra, apenas y balbuceabas. Llegaste cuando yo aún contaba nueve años, en ese momento no sabía que nueve después me marcharía.

Atesoro el recuerdo de una tarde tu y yo en el parque, salir de casa juntos ya era iniciar una aventura, preguntabas por todo y reías hasta por ver la mosca volar. Nos pasamos por todos los juegos, pero el que más nos divirtió fue el columpio. Me encantaba la risa que soltabas al sentir que llegabas a lo más alto, jurabas que podías tocar el cielo. El sube y baja era otra historia, en ese entonces fue imposible que me hicieras contra peso, hoy me lanzarías por las nubes en un suspiro.

Quiero pedirte perdón por haberme ido, por no haberte dado más tardes de juego, por no haber tenido más sesiones de estudio y preparaciones para exámenes, por no estar contigo cuando mamá se desplomo, o cuando papá te reclamaba cosas de las cuales tu no tienes culpa. No hiciste nada malo, no me fui por ti, tenía cosas que aprender por mi misma.

Debió ser un golpe muy duro enterarte de lo que no te dabas cuenta cuando eras muy pequeño, para ninguno de nosotros fue fácil, cada uno lo afrontamos como mejor podíamos. Créeme, el que nuestros papas se separaran fue lo mejor.

Cuando ese lazo se rompió, me sentí libre, solo quería distancia y olvidar. Puse muchos kilómetros de por medio y mis visitas con el pretexto del trabajo fueron exageradamente cortas y escasas.

Sé que ahora tu estas en una etapa similar a la que yo atravesé, en casa no encontraste la guía que necesitas y estas buscando tu camino. Ten presente que pase lo que pase y este en donde este, siempre podrás contar conmigo.

Yo he encontrado mi paz y mi calma. Te esperare paciente a que regreses y quizá una tarde volveremos a visitar el parque y nos sentaremos en el columpio de siempre.

Te quiere, tu hermana mayor.

FIN 

PROGRESO SM 31 CANCUN, QUINTANA ROO, MÉXICO