Cierta vez un nieto, uno de tantos, arranco a su abuelo la promesa de ir a ver las obras de construcción del estadio de fútbol del cuadro de sus amores. Los días pasaban y no se concretaba la promesa, hasta que un fin de semana aconteció y salieron felices los dos a constatar la obra de su club.  Largo viaje los esperaba hasta el lugar de la obra. Preguntaron y se bajaron en la ruta indicada, de lejos divisaron las construcciones y allí comenzó la algarabía, que se tradujo en apurar el paso y sacar muchas fotografías. Recorrieron sus alrededores, tribuna a tribuna y cuando pudieron entraron al estadio. Toda la magnitud de la obra estaba en su entorno, la veían allí, las tribunas, la cancha, los palcos, la pantalla gigante, todo, todo estaba allí. La llevaron en sus pupilas y en centenares de fotos que luego llegarían al Facebook.  «Misión cumplida» dijo el abuelo al regresar a la ruta ya con una jornada mas de alegría, «por lo menos lo vi y quizás algún día regrese » para ver a su cuadro jugando en ese césped tan verde. El nieto mudo, solo atino a decir «tendremos que volver para verlo ganando y campeón.»

                                        F I N

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RUTA 102 -MONTEVIDEO – URUGUAY

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