Espérame ahí, en el cielo…

Aún recuerdo esa tarde,

la que te vi por vez primera,

desde lejos tú me viste,

te abriste paso a toda prisa,

y en ese instante me elegiste.

.

¿Quién iba a decir que desde ese día

y hasta hoy, dieciséis años después,

serías el compañero silencioso

de mis mejores y peores días?

.

Siempre saleroso, contento de verme

y con la actitud despreocupada,

que te hace un digno miembro

de mi singular familia.

.

El que siempre estaba de buenas,

el primero en revisar algo nuevo,

el que en caos o en receso,

siempre estaba ahí, en medio.

.

Tú, que dabas los problemas más pequeños,

el que un mal día se perdió,

pero encontró el camino de regreso.

.

Te recuerdo emocionado al verme llegar

con alguna caja, algún paquete,

o al escuchar el ruido del celofán,

que envuelve dulces y caramelos.

.

Tenías dotes de adivino,

pues presentías mis tristezas,

que borrabas con un brinco,

y tropezando mis pasos,

compartías mis alegrías.

.

Llenabas de besos mis pantorrillas,

de lengüetazos mis manos,

y me robabas las cena,

cuando estaba descuidada.

.

El tramposo que en periodo navideño

abría los regalos fuera de tiempo,

un travieso adorno perfecto

de la mesita de centro,

¡Oh querido mío!…

.

En los últimos años mire con tristeza,

como día a día mermaba tu fuerza,

me lamentaba no tener el valor,

para ayudarte a partir.

.

Hoy finalmente te has ido,

y sé que extrañaré tu presencia,

tus paseos por la casa,

tus ladridos cuando alguien,

pasaba por ésa, tu banqueta.

.

Cuando brincabas a mi cama

asustado por los cohetes.

Tus arañazos puntuales,

que escuchaba entre mis sueños,

y buscabas de puerta en puerta,

un compañero de juegos.

.

Echaré de menos tu amor sincero,

ése que me demostrabas inquieto,

moviendo la cola, corriendo a la puerta,

cuando del coche apenas bajaba.

.

Espérame ahí, en el cielo

mi amigo, mi perro,

Steempy, mi fiel compañero.

.

.

Ciudad de México,

02 de Octubre, 2010.