Tres

Tres eran los mosqueteros, los tres cerditos, las tres Gracias, tres eran las hijas del rey, tres eran tres y ninguna era buena decía el cuento. El número tres está presente en muchos aspectos de la vida, y a lo largo de la historia se le han atribuido numerosos significados simbólicos.

Nosotras somos tres hermanas y a cada una de nosotras le corresponde el tres según la numerología. El tres ha estado muy presente en nuestras vidas, tanto que como éramos tres, a alguna le tocaba siempre ir en el asiento de en medio en el coche, y casualmente siempre era a mí, que soy la tercera. Este sacrificio venía compensado con las historias de “la Marquesa Pirulesa” que se inventaba Sara en los viajes, o por poder apoyar la cabeza para dormir en las piernas de Noemí.

Las siestas veraniegas comiendo caramelos de violeta, los concursos de playback, leer a Almudena Grandes antes de tiempo, los veranos de camping, “el juego más difícil del verano”, las confidencias de hermanas, las clases de matemáticas con Sara, seguir los pasos de Noemí cuando se marchó a Londres una temporada, admirar a tus hermanas y aprender jugando.

“Tres hacen un colegio”, repetían los artífices romanos.

“Trinum Faciunt Collegium”