León

El 29 de febrero del año 53, en plena dictadura, nació un niño muy moreno, al que pusieron de nombre León, su madre y su padre, vivían en una ciudad pequeña, en un piso pequeño en el centro de la ciudad. Ella era ama de casa y él trabajaba en una empresa de seguros, y desde el momento en que León llegó a sus vidas no supieron que hacer con él.

Pasaron los años, 8 exactamente y nació su hermano, al que llamaron Felipe, era rubio y como la casa era pequeña, a León lo mandaron  a vivir con su abuela al pueblo. Era una señora grande, de las que se levantaban a las 5 de la mañana para ordeñar a las vacas, recoger los huevos de las gallinas y organizar el trabajo en la casa.

Su abuela se encargaban de repartir leche a todos los vecinos del pueblo, y a las monjas del convento, y León con solo 9 años tenía que levantarse a las 5 de la mañana para ayudar a su abuela y repartir la leche antes de ir al colegio.

El colegio del pueblo, al que él iba, era un colegio de frailes, en el que día sí, día también acababa castigado con un taco de libros en cada mano, por no saberse la lección.

Lo que más le gustaba a León eran los animales, y se pasaba horas y horas jugando con las vacas y los carneros de su abuela, a veces se iba con sus amigos a ver los toros del Sr.Ramiro, y pasaban la tarde toreando a las vaquillas, hasta que llegaba éste y los echaba de corral a varazos.

Los padres, iban a verle un día a la semana, le llevaban cosas de la ciudad, como caramelos o pasteles, y pasaban la tarde en la casa, León les contaba emocionado las cosas que había hecho a lo largo de la semana y siempre lloraba un poco cuando éstos se iban para volver a la ciudad. Entonces su abuela preparaba chocolate y le hacía sentarse en sus rodillas, y juntos se ponían a mirar fotos de antepasados y a inventar historias sobre el pueblo, el campo y las vacas, hasta que se quedaba dormido.

Así fue hasta que tuvo edad para ir al instituto, la abuela falleció y los padres no tuvieron más remedio que volver a tenerlo en casa.

 FIN