Tarde domingo con fútbol de barrio

Con frecuencia, también en España, han existido grandes jugadores de fútbol que estuvieron vinculados desde su más temprana infancia a la pobreza y exclusión social que vivieron en sus barrios de origen mientras crecían en infraviviendas de la periferia de grandes ciudades. Creer en la educación que fomenta el deporte les ha erigido en verdaderos símbolos para salir de esas situaciones y convertirse en ejemplos vivos de niñas y niños de todo el mundo.<?xml:namespace prefix = o ns = «urn:schemas-microsoft-com:office:office» />

Por todo ello, me gustaría fotografiar una …tarde de domingo con fútbol y amigos alrededor, tomando café y dejando caer una lagrima de recuerdo hacia esos jugadores de los extrarradios, porque lo que estoy viendo, también lo observé hace muchos años, discutí, sobre eso, hice amigos con eso, perdí amigos por eso, me eduque con eso y me emocione mucho escuchando a gente hablar mágicamente sobre ESO que yo estaba viendo y que después de muchos años me pregunto petrificado frente al monitor de mi veterano PC el porqué de la miserable mercadotecnia que se monta alrededor del FÚTBOL y de lo miserable que suele ser un domingo (o cualquier día de la semana) cuando ves que un equipo y otro están condenados a quedar atrapados en el más profundo de los olvidos por mendigar un mísero <?xml:namespace prefix = st1 ns = «urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags» />0 a 0…y no lo sé…se lleva en el alma, en la piel, en todos los sentidos…porque el FÚTBOL se vive así en equipo, en el barro, secándote la cara con la camiseta, mordiendo los labios cuando se te escapa el balón, abaratando tu ego en la victoria porque al otro domingo hay revancha, enalteciendo el ánimo en la derrota porque un equipo se ve en las malas también y sobre todo porque crees haberlo intentado…¿qué recuerdo sale de una vieja carpeta en el que se guardan archivos de una infancia vivida por alguien que ya no eres? y aparece una pelota de goma de rayas azules y coloradas en una navidad perdida y lo primero que hacías era bajar al jardín de la casa y correr haciendo «paredes» contra el cordón de la vereda del camino. Eso era FÚTBOL y eso está fundido en la memoria del barrio, amistad, compartir, disfrutar, jugar, ganar, perder, cargar, reír, llorar por un golpe, correr, disfrutar, aprender, convivir…

Por eso, imaginando el juego de aquellos genios rescatados por el deporte de la pobreza y exclusión social como Ronaldinho me emocioné por el encuentro entre almas gemelas…soy de esa generación que no vio a los Grillo o a los Di Stefano…soy de esa generación que vió a los Platini, a los Beckembauer, a los Cruyff, a los Bertoni y a los Messi…los Kun Agüero… ahora que el poeta más grande se retiró, ahora que Zizou Zidane nos dejó con un vacío entrañable me escondo en la magia de los que vienen porque hoy como ayer vi a los más grandes en mi barrio y en la vida, por eso sigo amando el FULBO y el FÚTBOL…porque es espectáculo…pero es camaradería, porque es deporte y es amistad porque es un sentimiento y es emoción…porque me hice hombre jugando a la pelota, porque supe defender y atacar y supe de la nobleza de la ayuda y la desolación ante la perdida…Esto no es más que una botella al mar anunciando que el arte y la literatura, el deporte y la amistad no se pueden explicar…simplemente se viven y se gozan…se disfruta por que el deporte es vida; muy por el contrario de lo que día a día escupe la caja tonta a modo de información: Ajustes de cuentas entre hinchas de un mismo club…muertes absurdas persiguiendo colores pasionales de clubes…quizás de clanes…quizás de tribus…quizás de nada…Quizás por esto y en defensa de la vida es que los domingos me quedo mirando con tanta emoción en barrios pobres de mi ciudad que es Madrid a adolescentes que gritan desaforados un gol, chicos que gritan: «Pásala…”. Y por ello, me gustaría fotografiar un domingo más, como dice Mi Ángel de Tierras Marinas: Es parte del «Combo» (es la vida misma…es parte de la identidad…).