Me conoces bien
<?xml:namespace prefix = o ns = «urn:schemas-microsoft-com:office:office» /> Pensabas que no te veía, y sin embargo he sido el cómplice de tus tiempos, tus andares. Te veía desde lejos cuando llegabas, y tú, apenas me mirabas, tus ojos se clavaban en las olas, en el faro, en el puerto, perdías tu mirada en el horizonte...