-Es una historia para recordar, cariño – dijo la madre con los ojos brillantes a su adorado niño.
-¿De qué se trata? quiero saber, mamá – dijo su hijo mientras se sentaba junto a ella en la cabecera de la cama.
-Eran un par de enamorados. Jamás se había visto algo más hermoso en un par de muchachos.
-¿Y qué pasó? – dijo el niño recostándose en sus brazos.
-Diferencias irreconciliables los llevó a separarse. Y aun en la distancia, bajo la oscura noche y estrellas vivaces, suelen extrañarse. Mientras ella se retorcía al sentirse sofocada, él, mirando al cielo con voz desgarrada se preguntaba ¿Cómo estaría su amada? – dijo la madre mientras una lágrima por su mejilla rodaba.
-El niño preocupado al ver a su madre tan agobiada, le pregunta-¿Te sientes bien?- mientras de sus brazos la cabeza levantaba.
-Si- dijo su madre, mientras con su mano la lagrima secaba.
-¿Volvieron a estar juntos? – preguntó el niño con emoción desbocada.
-No, cariño. Él se casó con otra.
-¿Y ella? ¿Qué sucedió con ella Mamá?
-Tuvo al hijo de él que en su vientre llevaba.
-El niño con la mirada turbada, dijo lleno de ira- ¿La dejó sola? ¿Eso qué tiene de hermoso, madre? ¿Qué pasó con ella? ¿Tú los conocías?.
-La madre sintió un vuelco en el estómago y levantándose de la cama dijo – Ambos se amaron con extrema alevosía, pero el daño que sufrieron ninguno de los dos se merecía- dijo ella mientras sintió que el corazón se le estremecía.
-¿Y ahora que es de ellos? – preguntó el niño aun con la luz encendida.
-Él murió tiempo después de saber que su amada, estando sola, un hijo suyo tendría.
-Pero ¿Él la quería?- preguntó el niño mientras para dormir se disponía.
-La madre, apagando la luz y entrecerrando la puerta, con voz apagada se despedía y antes de irse dijo entumecida- Esa es la pregunta cariño, seguiremos orando a tu padre, algún día él mismo la respuesta nos daría.
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