«El roce hace el cariño» Decía mi madre cada vez que buscaba consejo sobre las relaciones. Han pasado varios años, familiares, amigos y conocidos han desaparecido de nuestro lado poco a poco, casi sin darnos cuenta, nos hemos quedado prácticamente solos, que no mal acompañados, pero tú, siempre tú sigues ahí para mí. Siempre quise tenerte, pero como ya sabes tenía problemas para ello, ya teníamos una familia y los años, al igual que el dinero eran un problema constante, una variable que se repetía una y otra vez, y en ese bucle de preguntas sistemáticas y falta de respuestas llegaste, sin que te llamásemos, llegaste fuerte y con ojos brillantes. La tristeza de haber perdido una y otra vez había logrado que perdiésemos la esperanza de poder tenerte.»Otra vez otro disgusto no, Raquel, no puedes seguir así» «Qué tristeza, nunca más volveré a intentar tener otro, lo juro» Y bien sabe Dios, que no solemos jurar en vano.
30 de abril de 2018 «Me da miedo cogerlo, ¿y si se me cae de las manos?» «Es tan pequeño…» «¿Podrá comer ya sólido?» «¿Estará bajo de peso?» «Sé que su antigua familia no lo trataba bien» «¿Le habrán pegado?»
Por fin hay respuesta, y si «El roce hace el cariño» ¡Y tanto!, Te vamos a cuidar, vamos a jugar contigo y a darte toda la comida que desees, jamás vamos a tratarte mal, porque sé que para mí van a ser solo 4 años más, pero para ti va a ser toda la vida conmigo. Y no, no eres sangre de mi sangre pero eres mío y yo soy tuya.
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