Querer ser madre.

En mi familia, disfuncional como muchas en Guatemala, me enseñaron toda la vida a cuidarme de tener hijos. Analizo y a mi parecer mi abuela y madre no querían que yo sufriera tantos partos como ellas y en las mismas condiciones de pobreza. Me clavé la idea de no niños, y pasé algunas experiencias educativas como la de cuidar a mis hermanas menores: bañarlas, peinarlas, cambiar sus pañales, hacerles pacha, y jugar con ellas. Fue una experiencia bastante dura para mi edad, en algún momento tampoco les hacía la papilla porque no quería, me daba pereza; yo quería salir a jugar a la calle, y ver patojos que podrían gustarme, jajaja.

Después del bachillerato no sabía qué quería, no tenía ni siquiera la expectativa del mercado laboral, ni sabía en qué podía trabajar con el bachillerato. Conocí a un rapero que trabajaba en el INE y por primera vez en la vida conocí la Antigua Guatemala, quiso hacer otras cosas conmigo, pero yo siempre estuve en la búsqueda de llenar ese vacío que había crecido conmigo: no tener a mi padre cerca o tenerlo, pero en otro rol más relajado y lejos de lo que había aprendido que era un papá.

Entre tanto, quise estudiar arte y como no tuve apoyo económico me metí a la universidad con aquel cuento de ser administradora de empresas para poder emprender mi propio negocio. El primer año, conocí a un profesor que más tarde y desde ahora llamo: Maestro y padre(adoptivo) me dio conocimiento y afecto en una etapa de la vida donde más lo necesitaba, y aunque muchos critiquen mi amistad con él; hizo gran parte de la mujer que soy ahora. Desde que empecé la amistad con él cambié mi perspectiva de la vida, y de lo que quería para mí, y hasta me cambié a la Escuela de Economía.

Posteriormente, vino una experiencia “romántica” que no la tomé de la mejor manera desde que inició, y hasta el año pasado terminé esa relación. Todas las expectativas de un matrimonio feliz y con hijos se esfumó para siempre, y no hay negociación para ello. No quería acoplarme a ciertos patrones porque yo quiero ser profesional, y no empresaria millonaria, ni modelo, y menos madre; no en estas condiciones de pobreza en las que vivo, y en las que ando ajustando dinero para la gasolina, hasta mi mamá me da dinero del cochinito de ahorro y eso que no trabaja. Comprendo que es momento de empezar a utilizar mi carrera en mi vida personal administrando mejor mis finanzas, y tratando en cierta medida a esforzarme por más de mi educación. Ya casi terminando debo acelerar el paso por mi edad, ya no tengo 20 años y la competencia es rígida en el sistema “cuasi” capitalista en el que vivimos, y a quienes un empleo nos da la esperanza de llegar a una vida tranquila con casa propia y vehículo. Claro, sin olvidar que no soy parte de la clase media, aunque parezca.

En fin, esa línea de pensamiento de: “Querer ser madre” surge porque alguien muy cercano y a quien dediqué algunos años de mi vida está pronto a ser padre, sufriendo altibajos, y peleas innecesarias con su pareja; es por eso que no quise hijos, apenas podía conmigo, y con las presiones de competencia laboral y académica.

Me queda más claro que nunca, que todos esos chats con extraños era en realidad la necesidad de hablar con un psicólogo de manera inmediata; aún tengo que reparar mucha de mi psicología y eso que estoy empezando. Quizá me muera en el camino, pero al menos sé que morí sana, y sin hacer más daño a otras personas.

A ver en que termina todo esto.