El primer viaje en ese tren lo hizo hace años, era el de llegada, venía sin pensar en nada, no traía equipaje, nada de nada y al bajar de la estación lo recibieron, llenos de alegría y colores. La fiesta duró días y las visitas no paraban de llegar, lo recuerda a la perfección, o más bien las imágenes que ha ido construyendo en su mente a partir de los álbumes de fotos, las tarjetas de felicitaciones y alguno que otro regalo que sobrevivió al tiempo. Ahora toma el tren de partida, no es un grupo nutrido, sus padres no le acompañan, ni las tías, mucha gente se había ido antes, son más bien pocos los amigos, pero consuela decir eso de “pocos pero buenos”.
No hay fiesta esta vez, más bien tristezas, todo está teñido de gris y negro, sus hijos están, uno de ellos no pudo llegar, !Como dolió eso antes de partir!, pero así son las cosas y no hubo manera de cambiar el ticket.
Ilustración cortesía de : FUJI ICHIKARA
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