40 tacos ya.

40 primaveras derrapando a toda velocidad por la autopista de la vida, con algún que otro accidente, algún que otro pasajero ocasional y muchos, muchos amigos que he ido añadiendo al viaje.

40 veranos de luces y sombras, nadando sin guardar la ropa, en un mar; qué digo un mar, un océano de sueños cuyas olas me han llevado de aquí para allá, dejándome náufrago, pero a salvo, en una playa, la de la madurez, que ansío y a la vez temo explorar.

40 otoños de amores perdidos en barras y carreteras, de aves de paso. De recorrer un camino cubierto de hojas caídas hasta llegar a un árbol cuyas raíces se asientan, fuertes, en el suelo, y en cuyos brazos encuentro calidez y refugio. 40 otoños para ver por primera vez en él un nido, con un polluelo dentro, que a su vez me mira con ojos curiosos.

40 inviernos de discusiones con el tipo que me mira desde el espejo, y que me exige seguir adelante. A pesar del frío, del temblor de manos, de las arrugas que se le van marcando en el rostro y las cicatrices que le van quedando en el alma. Y a pesar del miedo. Y del dolor. De las cosas perdidas y los amigos que se quedaron en el camino, alguno de ellos para siempre.

40 años llenos de Vida, con mayúscula, y de recuerdos.

40 Años de lugares. De personas. De besos, y de abrazos y caricias. De bofetadas, reales y metafóricas.

De libros.

En mi imaginación hay un gato que aún está vivo y me espera al pie de un árbol, en un claro al que deseo llegar en, como mínimo, otros 40.

Y por si no lo consigo. A todos vosotros, gracias por haberme acompañado en este viaje, por haberme ayudado a recorrer estas 40 Estaciones:

– NO HAY VIAJE MÁS ÍNTIMO, NI MÁS COMPLETO, QUE LA PROPIA VIDA –

Primavera: Parque Rodriguez Sahagún (Madrid) Abril 2016

Verano: Mar Menor (La Manga, Murcia) Julio 2016

Otoño: Camino Rural en Canero (Oviedo, Asturias) Mayo 2011

Invierno: Parque Norte (Madrid) Febrero 2013

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