Pepe consiguió trabajo en una tienda de muebles, luego de infructuosas entrevistas. tras mucho pensar, porque a pepe le gusta pensar…y pensó que a su currículum le sobraban demasiados «conocimientos», tijeretazo al currículum
y zas…Pepe consiguió trabajo. Pepe, es comercial, lleva nueve años en la empresa «El Bajón del Castor». Pepe, es muy buen vendedor, tiene el promedio más alto de ventas. Pepe, nunca ha faltado al trabajo y la única vez que ha llegado tarde fue al principio, cuando se confundió de carretera. Pepe, es distinto, trabaja a su manera, así rinde mejor, porque tiene criterio propio y aporta nuevas ideas…y no trabaja repitiendo patrones, como lo impone la franquicia a la cual pertenece su empresa. El probó con hacerlo…con ese «know how», ese saber hacer, ese patrón de trabajo aplicado a cada trabajador y también a cada consumidor, el concepto manada…y no funcionó, volvió a su modo ganándose el desprecio y desaprobación de sus jefes y casualmente también de sus compañeros. Pepe, es el de mejor venta y el que recibe el peor trato, el marginado, la oveja negra a la cual hay que destruir, aquel al cual no hay que copiar. Pepe, trabaja en el infierno, está fuera del sistema. Pepe no se encuentra representado, es su propio «sindicato»
Y nuestro Pepe tiene trabajo, está solo, la felicidad de tener trabajo lo soslaya y solo lo consuela el veinte por ciento que está peor que él, que ni siquiera tiene posibilidad de ser infeliz, pero con trabajo.
Pepe envejece cada año por tres, piensa, hábito que no le compete a un trabajador y se recorta el currículum y los años…
Pepe no aguantô màs y renunciô.
Los clientes?…
Los clientes preguntan qué se hizo del amable y buen trabajador de Pepe, que quizás ande por entre sus engranajes autónomos resistiendo el ajuste de los nuevos/viejos «tiempos modernos»
Miguel A. Ortega
OPINIONES Y COMENTARIOS
comments powered by Disqus