Compañero de vida

Todo comenzó cuando andaba en pantaletas,

cuando corría por el patio todo el día,

cuando mis dientes eran de leche,

y creía en el ratón Pérez.

Cuando creía que venías del cielo,

enviado por quién nos daba

 el pan de cada día, 

pero a quien nunca vi, porque era mi papá

quien entraba por la puerta,

con 4 panes de $200 uno para cada niño,

A veces te paseabas en el carrito,

Y al escuchar la corneta pasar por mi casa

me asomaba a la puerta, sólo para verte de lejos.

te recuerdo en mis horas de desayuno,

con mi café con leche.

te recuerdo en mis idas a la tienda,

con la moneda de $100 que la abuela me daba

te recuerdo en los descansos del colegio,

y en la calles de la plaza,

te recuerdo en la panadería, 

En la cita con mi primer novio.

Pan, riquísimo pan.

no podrías saber lo que me inspiras.

solo con olerte mi estómago siente cosquillas.

te acerco a mis labios y me estremece tu suavidad. 

no resisto tu presencia,

me enloqueces si usas el perfume de coco

y es mágico cuando me acompañas a tomar el café.

Yo soporto si me quemo la lengua con el primer sorbo,

y también que esté un tanto desabrido,

pero que tú te quedes afuera y no atiendas a mi sentido

seria el fin de mis latidos.

Tú, mí torreja de pan.

mis mañanas son dulces por ti

despierto y ahí estás acostado en tu cama,

Te gusta que sea un poco cruel, cuándo tomo el cuchillo más filoso y te hiero

y después te unto mantequilla hasta cubrir tu desnudez

te doy pequeños mordiscos y en mis jugos se enaltecen tus sabores.

Ay, mi tostadita de sal.

este es un amor tóxico,

cómo aceptas a otros en nuestra relación,

el señor  cabezón y picoso, la señora que me hace llorar,

el tipo con el alma ácida, y la que sala este amor.

como soportas el calor cuando se unen para complacerme

Y bañarse juntos en una taza de agua caliente 

aun sabiendo la causa de mi malestar 

¡Este  guayabo que me mata!

Solo para ser mi changua.

me he vuelto caprichosa por ti