Talvez no fue un beso

He estado buscando respuestas, mi mente explota sin ellas, es que hay dos hilos que recorro regularmente, hilos que han llegado a mí, y que crean nudos enormes contradictoriamente a su grosor.

Hace poco te encontré, no olvidare tus ojos color café y el movimiento desenfrenado de tu colita, te ame al instante, esa ternura instantánea al tocar tu cabecita, aunque no supe como darte amor.

En mis pensamientos, esos en los que terminas destruyéndote unilateralmente, ahora existe esa masacre, pero con olor a ti. Cayetán ojala pudieras decirme que las tristezas solo desaparecen al mover la colita, bueno, sé que eres feliz con solo verme llegar, no lo entiendo. 

Mientras creaba más preguntas, te posaste en mis piernas, me miraste tiernamente y con una lamida, esas asquerosas te fuiste, ¡Cayetan! atine a gritar, saliste volado no sé donde, más tarde, inexplicablemente ya no estabas, mi corazón adormecido, sin poder aceptar lo que paso, no quiere escribir como es que sucedió, quiero confesar que solo intentar recordar me destruye otra vez.

Otras vez, estas dos palabras resuenan en mi mente, otra vez, seguramente tengo las preguntas y respuestas otra vez, es la segunda vez que me encuentro con la muerte, son estos dos hilos que han creado nudos en mí.

Talvez no fue un beso, pero fue una lamida asquerosa.