Prohibido besar en pandemia

Prohibido besar en pandemia

Lizeth Suárez

18/02/2021

Se despidieron el Febrero 2020 con un beso que ninguno sabría que era el último.

Ella salió de España rumbo a uno de los campos colombianos, su tierra natal.

Entre toda su familia trabajaron para que ella pudiera estudiar en la capital y por una beca se especializó en España, pero ella ingratamente no volvió hasta ese día para el entierro de su padre.

Su familia la recibió con profundo desdén mientras ella lloraba viendo un cuerpo inerte en lugar del viejo que le enseño el valor del campo.

La finca ya no era bella como la recordaba: Ahora era un desolado terreno. Uno de sus tíos se hizo pasar por el dueño de la finca de la familia, y cuando el comprador se entero de la verdad demando a la familia, cayendo sobre todos la fama de estafadores. El tío de Verónica que había despilfarrado todo el dinero, por lo que la familia se vio en la obligación de empezar a trabajar para otros para poder pagar la deuda, dejando de cultivar el terreno en pleito.

En Marzo Verónica llamó a su prometido Marco, contándole la situación de la familia lo que junto al nuevo virus prolongaría su estancia en Colombia; pero se prometieron verse en unos meses, despidiéndose en un beso virtual que no se asemejaba en nada al calor de la cercanía de la persona amada. 

Ella logró ganar el caso de su familia semanas después y, con el paso de los días en el campo logró recuperar el cariño de su familia, pues estaba realmente arrepentida por su actitud egocéntrica. Ahora sabía el significado de aquel lugar.

Después de su llegada a Colombia Verónica empezó a sentirse agotada, tenía congestión y dolor de cabeza. Pensando que eran síntomas de coronavirus se realizó una prueba, pero resultó negativa ya que en realidad eran síntomas de embarazo.

Emocionada por la noticia intento llamar a su suegra, pues desde hace varios días Marco no le escribía ni le contestaba.

Al principio ella pensó que él ya no la quería, pero que Marco debía saberlo; aunque Verónica hubiera hecho hasta lo imposible para que eso hubiera sido lo que sucedió y no lo que le estaba contando su suegra.

Presa del desespero paso el periodo de gestación y cuando los viajes fueron permitidos con su hijo en brazos volvió a España junto a su suegra, pero quiso morir cuando fue al cementerio y vio el nombre del amor de su vida en esa tumba.

A Verónica no le quedó más remedio que besar la gélida lápida.

Los primeros besos los más complicados pero felices, los últimos en cambio son los más doloroso porque no sabemos que serán los últimos y cuando nos damos cuenta ya es tarde.

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