-Siento un hermoso dilema en lo que determino como pensamientos, a pesar de ser mi estupendo domingo de descanso, y que puedo estar en silencio conmigo, sin más que un caliente y delicioso café con mis tostadas de ajo favorita, aun lado mi celular con carga del 90% y en el fondo la música de mi cantante favorito es pop con sus mezclas de rock, un ambiente encantadormente romántico, considerando el agradable y largo baño me he perdido en lo que ahora era nuestro ultimo adiós.
-Me pierdo entre pensamientos…
-Te vi por unos segundos, tu mirada fijamente me dijo que no me olvidabas, que había algo de extrañez y que mi ausencia te dolía, lamento ser exagerada pero todo eso lo leí en tu mirada pero sucedió en medio de la calle, del semáforo en verde y de todo parecer cliché, allí me perdí en esos pequeños y achinados ojos cafés, me atrapaste como si lo que al final de esa mirada tan tierna me dijeras “hasta nunca” pero no logro olvidarte.
-¡Si!
-Intento hacerlo pero en nuestro anterior encuentro se produjo para mí una eterna esperanza que nunca nos olvidaríamos, es que tus labios carnudos, morenos, pequeñamente alargados jugando a mordiscos sobre los míos y poco a poco regalándome besos chiquiticos, y en un momento tus labios se detuvieron como insinuando algo serio, tus ojos con una mirada dominante pero profundamente tierna, me invita a un beso de minutos, placenteros minutos, y dentro de una pérdida del tiempo y pensamientos, en ese instante tus labios tocando los míos, descubrí la inquietud de la niñez, pude contemplar la posibilidad de amar libremente y descubrir que se puede ser feliz, recuerdo también al final sentir tu lengua tocando la punta de mi nariz, y aun que después de esa ocasión solo regresaste una vez más a verme con una perfecta e infiel sonrisa de despedida, aun sigues presente.
-Moreno mío, tus besos marchitaron cualquier momento especial que pude tener, desmeritaron cualquier labio y ahora no siento ningún dulzor, anhelo recordarte siempre como si no fuera nuestro último adiós.
-Tus labios, esos besos que no logro olvidar – ¿Cómo podría?- y más cuando me hicieron lubricar más que mis pensamientos, ese recuerdo me sonroja, me genera la necesidad de que estés aquí, de extrañarte y de no olvidarte y aunque esa mirada me dijo adiós, tus besos me condenaron a amarte.
OPINIONES Y COMENTARIOS