Beso

Nada…

Solo la oscuridad absoluta, sin imágenes, sonidos, olores, sin sensación alguna. Solamente se que existo porque tengo pensamientos. ¿Qué puede pensar alguien que no cuenta con sus sentidos? Alguien que aun vivo no ha podido experimentar la dicha de vivir.

¡Vaya! claro que es difícil de explicar, pues en primera, mi percepción del tiempo es distinta, no hay segundos, minutos, días que contar, solo pasan pensamientos de como podría disfrutar la vida sin lograrlo. Simplemente soy un saco vacío que repite lo mismo una y otra vez, que solo sabe que existe por que piensa, sin poder sentir dolor o experimentar placer alguno. 

Inhaló profundamente pero no percibo aroma alguno, ni los perfumes de las flores, ni los desagradables olores de la descomposición.

Abro mi boca y mastico sin sabor alguno, ni sensación, me imagino la comida siendo introduciéndose en mi boca para ser triturada por mis dientes, tragada y posteriormente, digerida.

Nada, vida sin sensaciones.

¿Siento miedo? ¿Siento amor?

La verdad es que tampoco se reconocer que siento, solo llevo una vida vacía, sin sensaciones, como ya lo dije, soy un saco que solo hace lo mismo una y otra vez.

Una sensación rara…

Algo choca contra mis labios, lo siento, no lo estoy imaginando, es como si otros labios carnosos, húmedos en frenesí acariciaran los míos, pero, ¿Por qué lo siento?, la verdad no me importa solo quiero disfrutarlo, dejo que mis labios entren en una danza coqueta con aquellos extraños labios, húmedos y con aliento a café.

De repente lo impensable, soy consciente de que tengo manos ansiosas y tiernas, quieren sentir aquello que se encuentra frente de mi, puedo percibir lo que parece unas piernas que acaricio, mientras subo lentamente y encuentro unas caderas. Aun mas traviesas, mis manos suben para tocar el pecho de una mujer, que rápidamente llegan otras que las retiran de ese lugar esponjoso y sin soltar mi aventurera mano, se entrelazan sus dedos con los míos.   

Mi otro brazo libre rodea la cintura y con fuerza atrae hacia mi aquel dorso contra de mi, ahora no solo siento sus dos pechos, me percato del latir acelerado de su corazón, a la vez que me doy cuenta que mi respiración se sincroniza con la suya. sin despegar mis labios de los suyos, una sonrisa, pienso, se refleja en mi cara.  

Su lengua se introduce en mi boca para tocar la mía, juntas juegan como niños inquietos tratando de dominar una a la otra, sin embargo, no hay odio, no hay violencia, solo la inocencia de un juego coqueto. Su boca se separa, pero antes hacerlo por completo sus dientes me dan una leve mordida a mis labios inferiores, como si tratara de llevarse algo, que aunque no lo sepa, ya se lleva mi corazón.

Abro mis ojos, es la primera vez que puedo ver y para mi sorpresa son unos bellos ojos color pistache que me miran fijamente, mientras que de su boca se forma una sonrisa. 

Su cabeza se apoya e mi corazón.

Ahora vivo.