UN BESO FRANCÉS
Ese que te limpia los dientes por delante y al revés
Ese fue un beso difícil de olvidar
Pues, aunque ya pasaron mas de cuarenta años
Lo seguimos recordando como si fuera ayer.
Arturo, Gabriel, Alejandro y yo fuimos amigos desde la infancia y hasta la fecha conservamos una excelente amistad. En aquella época teníamos alrededor de dieciocho años y nos invitaron a una fiesta que duro hasta cerca de las tres de la mañana, terminada nos despedimos, pero como teníamos hambre llegamos a un restaurante; a comernos un rico pozole, platillo típico mexicano hecho de maíz y carne de pollo.
El restaurante estaba ubicado cerca de la zona de tolerancia, llegamos, solicitamos el platillo y nos sentamos en la primera mesa a un lado del pasillo que daba hasta el fondo, en esa hora había muchos hombres y mujeres que ejercían el oficio más viejo del mundo.
Alejandro estaba sentado de frente a la entrada cuando pasaron dos hombres de la vida galante y uno le acaricio el pelo y el tomándolo de cotorreo le lanzo un beso al aire. Ellos siguieron caminando hasta una de las mesas del fondo.
Cuando nos sirvieron el platillo y a punto de probarlo Alejandro sintió que lo jalaban del cabello hasta levantarle la cara y con la otra mano le tomaron el mentón: Al tener la boca abierta le dieron un beso más que francés.
No solo le limpiaron los dientes por delante y al revés, sino que le exploraron la garganta en un dos por tres y se quedó tan sorprendido que no supo que hacer.
Cuarenta años después nos seguimos riendo de ese BESO FRANCES.
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