A este lado del sol

En penumbra. Busco que el silencio me engulla sin contemplaciones. Abstraerme y desaparecer para volver a nacer. Tan solo se necesita un instante. Tan solo un motivo y adiós. Todo desaparece entre las sombras. Evaporarse como el humo de un cigarrillo, haciendo cabriolas y dibujando imposibles formas, amorfas intenciones, abstractas ilusiones. Basta un parpadeo para perderse en lo desconocido, para asumir el riesgo y lanzarse al vacío con los brazos abiertos y el corazón en la mismísima garganta. No hay ensayos, te lanzas y ya, no hay marcha atrás. No importa en qué día ni en qué forma aterrices pues cualquier resultado será mejor que lo que te trajo aquí. Entiendes?. No somos amigos, ni si quiera somos conocidos. Nunca nos hemos visto y nunca nos veremos por que somos incompatibles. De hecho te odio por haberte suicidado de esa manera. No me dejaste otra opción. Olvida que algún día pudiéramos haber coincidido. Fuiste amante de la muerte y te convertiste en tu propio verdugo. Te veo, te observo en la oscuridad pero no te conozco. Eres como una alucinación en un desierto bajo la sombra de una oscura soledad, absurda, si lo piensas bien. La dulce amargura del destierro hará que despiertes de tu letargo, sollozando, quizá gritando de angustia y sudando tembloroso sentirás en tus propias carnes el sufrimiento por todo el dolor causado. Ya no queda mucho tiempo. Aceptarlo es el primer paso pero el camino continúa y es largo y tedioso. Tan solo te diré una esto: al final habrá valido la pena. Olvídate de las puertas inquebrantables con barrotes y candados oxidados. Aunque creas que caminas entre las sombras, creeme, jamás caminarás tan acompañado como lo harás a partir de ahora pues este camino que iniciaste no es un camino solitario ya que tendrás la mejor de las compañías: tú mismo. Tan solo siente en viento, deja que te roce las mejillas y conocerás el verdadero sabor de la libertad. Será como un beso apasionado, como el del final de aquella película que tanto te gustaba, intenso e inquebrantable. Eterno.