Humo divagante

Encontrándonos en la vorágine de los encuentros sociales, las almas afines suelen perderse en el bullicio de las almas convergentes, y en el sopor provocado por algunos potajes consumidos. Mi caso, es uno de sumo éxito.

La vi, siento que hasta casi la olí; allí se encontraba, bajo un haz de luna hermoso, casualmente volteando hacia arriba, mientras ella provocaba que su cigarro se consumiera, y que un humo danzante y divagante flotara como si el alcohol hubiera provocado sus efectos en el. La miré en esta escena majestuosa, y quedé flechado, obnubilado, mis alabanzas hacia su ser, mis loas a su mirada, y si mi vida a su servicio provocaron.

Cual danza de cortejo del pavorreal, exhibí mis plumas mediante mensajes idealizantes, con intención de amar, y con el ahínco que solo nosotros pudiésemos poner en eso, como si el mundo no existiera, como si el objetivo de esto fuera en concretar conectar nuestras mentes y nuestras alma; yo me esforcé, ella también lo hizo, hasta que llegó el tan ansiado día en que ya no sería mas un simple ósculo.

Estábamos sentados dentro del carro, el día veraniego nos proporcionó un rojizo atardecer, el refrescante viento marino llegaba esporádicamente a nuestros rostros, mientras que nuestras bebidas se consumían entre platicas diversas tanto triviales, tanto como profundas y sentimentales; solo preparábamos el escenario y ambiente para encontrarnos con lo que tanto ansiábamos, el momento en que podríamos dar inicio a nuestro amor.

La miré, preguntando tímida e inocentemente si podía proceder a besar sus labios color cereza, que no hacían mas poner la cereza del pastel a unas facciones venidas de los mismos dioses, y que en su pelo hermoso y negro encontraba el refugio ante las luces encandilantes o los peligros a los que el mundo cruel ofrece. Haciéndole la pregunta, ella asintió con la cabeza, y solo sonrió.

La estructura propia del carro eran un tanto incomodas, pero al estar ella conmigo era como estar en un palacio que ofrecía la mayor ergonomía, mis nervios y sentidos de punta, mi mente echa un enredo de ideas, emociones y funciones endocrinológicas diversas, mi corazón ansioso de estar en sintonía, y mis labios ásperos y resecos ansiaban sentir el confort que sus dulces labios les podían ofrecer. Y sin mas, me encontré aproximándome a ella, el trayecto era ridículamente pequeño, pero la relatividad que ofrecía el momento me hizo sentir recorrer leguas hasta el tan buscado encuentro.

Llegué a ellos, y desde ese día, supe que en mi vida no encontraría una gloria similar ni tan grande y perfecta como el besarla, desde ese día, mi amor eterno, el amor de mi vida y mi mejor amiga está en mi vida, y espero poder aproximarme a la comisura de sus labios y su cuerpo mucho tiempo mas.