EL GUARDAESPALDAS

EL GUARDAESPALDAS

Anto

16/01/2021

La primera vez que realmente conocí la excitación fue en el año 1993 en la sala de un cine sentada en una de sus butacas viendo fijamente los besos que se daban Rachel y Frank. 

Fue con las escenas apasionadas de la película “El Guardaespaldas” protagonizada por la cantante y actriz Whitney Houston (Rachel Marron) y el actor Kevin Costner (Frank Farmer). 

En ese año, era yo una preadolescente, una niña recién salida de las faldas de la mamá. Mis padres no me dejaban salir, ese día mi hermano dijo que me podía llevar «yo la cuido como si fuese papá», prometió.

¡Caramba! Creo que papá era más condescendiente que él. Por supuesto que algo tramaba.

Con las ganas de ir al cine que yo tenía podía aguantar el régimen dictatorial de mi hermano mayor. Me puse mi mejor vestido, el que estrené en diciembre, me mojé el cabello para que los rulos de mi abundante cabellera estuvieran perfectos, me puse un brillo en los labios y un poco de color en las mejillas. En esa única ocasión mi hermano no me dijo payaso por los colores en la cara, él estaba más pendiente de la compañera de la escuela que iba a llevar al cine. Cuando llegamos el aroma a palomitas de maíz y el sonido de las gaseosas me enloquecieron, no aguanté y empecé a comer las palomitas una a una saboreando esa delicia. Nos sentamos, menos mal que mi hermano me alejó dos asientos de él para que no estorbara su coqueteo con la chica. Me sentí libre e independiente por primera vez. En todo momento la película fue emocionante, la voz de Rachel (Whitney Houston) y su forma de interpretar la música hacía latir mi corazón de emoción desbordante. 

Además, las escenas de pasión de los protagonistas me parecieron increíbles nunca me habían dejado ver algo así, sentí que el cuerpo se alborotaba con tantas cosquillas y sensaciones en mí parte más intima. Pensé: “si mis padres estuvieran aquí me taparían los ojos, que bueno que no están para poder sentir eso tan agradable”.

Mi hermano en ese momento estaba ocupado explorando con su lengua la boca de la chica, ni sintió cuando le quité las palomitas de maíz y su gaseosa.

El final de la película fue emocionante, cuando Rachel baja de la avioneta y corre hacia los brazos de Frank, su guardaespaldas, y con un gran beso, ese amor casi prohibido se despide. 

Mi cuerpo estalló de placer, eran muchas emociones.  Veo a mi hermano y no se dio cuenta de mis suspiros, él continua pegado de los labios de la chica. Volví a ver la escena esperando un final feliz como en todas las historias de amor imaginadas por una jovencita.

Al llegar a casa mis padres preguntaron: Les gustó la película de «Los Picapiedra».

Nos miramos a los ojos y respondimos al mismo tiempo

-¡Ah! ¡Sí!

-El próximo fin de semana van con nosotros a ver la del Guardaespaldas, dijeron.

-¡Guau! -exclamamos.

Fin.

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