Saltando sobre nubes con forma de corazones se encuentra ella, las ráfagas de pensamientos le trae el recuerdo de un acontecimiento años atrás.
«Ojalá viniera cupido a mi escuela para que con su arco le inyectara una flecha de corazón a él, pero tiene que suceder cuando yo esté hablando con él frente a frente y me mire fijamente, porque de no ser así y esté volteando para otro lado o vea a otra, ese chico no se enamorará de mí, yo sé que a él no le atraigo porque se la pasa con Tatiana, ella puede tener más ventaja, es el niño más lindo de la escuela».
Trayendo su mente a las cuatro paredes de su habitación se da cuenta del pensamiento diferente que tenía cuando era niña, porque ella en este momento se encuentra en las últimas etapas de la adolescencia. Pero su vida no ha cambiado mucho, sigue creyendo en el amor verdadero, en las almas gemelas, en la media naranja, en el príncipe azul y en los cuentos de hadas, y nunca dudó de que un beso tenía un gran significado, pero solo cuando lo da el indicado, como en las películas de princesas, por eso nunca se dejó robar un beso ni acepta las relaciones por conveniencia.
Por desgracia cupido no llegó a su etapa de primaria aunque lo halla querido, o quizás fue por suerte, los amores adolescentes hacen sufrir demasiado, pero el primer amor es primer amor llegue a la hora que llegue, dicen que el amor nunca se olvida, así como el primer beso nunca se olvida y ¿como ella lo va a olvidar?, si le sucedió hace poquito.
El entrecruzamiento de miradas le indicaba que ese beso estaba cerca, su rostro no era el más simpático que había visto, pero si el más tierno e inspirador, al ver sus ojos se conectaba con su alma pura e inocente, inocente porque la maldad se encontraba a mil años luz de su corazón, y eso la atraía excesivamente hacia él. No podía creer lo que le estaba pasando, pero tenía que aceptarlo, la lejanía solo le causaba dolor, y ser algo más que simples conocidos le traería la felicidad.
No está segura si es gusto, si lo quiere, si lo adora o si lo ama pero piensa que valió la pena la espera porque su corazón le dice que él es el indicado.
Un beso difícil de describir, pero en vez de ella despertarse como la bella durmiente siente que sueña con corazones revoloteando en su cabeza y con el nombre escrito «Leonardo».
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