Miraba el techo de mi habitación con los ojos bien abiertos. La oscura noche me dejaba ver poco del cuarto, la tenue luz de la luna entraba por la ventana, y yo pensaba y pensaba. Me sentí solo. Pero era una soledad tranquila, como si flotara en medio de una piscina en una casa escondida en el bosque, y nadie me molestara. Solo el ruido del bosque, del agua, de mis pensamientos y de la sola y oscura habitación flotando en medio de la noche.

Pensé en ella, pero al mismo tiempo no pensaba en nadie. Era una soledad común que me visitaba algunas noches. Me estoy acostumbrando a recibirla. Volví a pensar en ella, en nuestros momentos y en sus labios. La soledad y la noche se llevaron ese recuerdo lejos, y pensaba y pensaba.

Cambié de posición una vez, otra, otra más, y otra más pero no me acomodaba en esa dura cama. Suave cama que ahora es dura. Algún día. Algún día me enamoraré, encontraré a la persona ideal y habrá, entre otras cosas, muchos besos. Besos infinitos.

Desde el año pasado quise comprar un reloj para colgarlo en la pared y no deslumbrarme con la luz de alguna pantalla cada vez que quiero ver la hora. En la pared, ahí al lado de la repisa lo voy a poner, y cuando lo ponga, en las noches como esta, habrá un tic tac que llenará la noche y bailará con mis pensamientos y tal vez también con esta soledad.

Mis brazos buscan algo, a alguien, cierro los ojos y los abro y es la misma oscuridad. Busco algo con mis manos, como si fueran de un bebé. Me tapo con las cobijas aunque no haga frío, me destapo, me vuelvo a tapar pero solo los pies, ahora todo el cuerpo. Lanzo la cobija lejos y sigo buscando. Bailo por toda la cama y sigo buscando.

Y la encuentro. Estaba tan cerca. La abrazo y me acomodo. El baile termina y me siento un poco más tranquilo. Recuerdos vienen a mí, pienso en algunas cosas. Me controlo. Y la beso.

Es un beso suave, nostálgico. Me gustaría poner jazz de fondo. Pero en vez del jazz tengo la música de la noche, con la luna en las cuerdas y la oscuridad de percusión. Y el protagonista es nuestro beso.

Lo termino, no dura mucha. Pienso en esta soledad, en mí. Medito. Medito durante minutos, horas.

Por fin la suelto, me desprendo.

Suelto la almohada y la aparto de mí. Medito durante minutos, horas.

Me decido a dormir para despertar muy temprano y buscar, seguir buscando. Seguir aprendiendo. Seguir cultivando, y entender mejor.

#bocadillo

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