La vejez, que dura de manejar es, te faltan las fuerzas, todo se vuelve más difícil y lo peor de todo, empiezas a perder tu memoria, tus amados recuerdos, cuando reíste, cuando lloraste o cuando caíste en la locura del amor, pero tranquilo no te sentirás abrumado, no te puede hacer mal algo que no recuerdas. Me siento como una tortuga cada vez me vuelvo más lento y a causa de no soportar mi propio peso tengo que andar con un bastón, sin él es muy difícil moverme por eso siempre estoy en mi cuarto cuando no tengo que hacer algo importante, siempre estoy cansado y lleno de arrugas en mi piel, una piel que en un tiempo fue tan suave y delicada como la lana. Ahora estoy enfermo, tengo muchas citas médicas, en este tiempo he llegado a odiar el hospital, odio tener que hacer largas filas solo para ver a un médico que me dirá las mismas cosas extrañas que muy difícil entiendo, se ha vuelto tan fácil enfermarme que solo me basta con salir a la calle, tengo que tomar medicina diariamente para enfermarme menos de lo que podría estar, no es como si una píldora para los huesos me permitiera correr de nuevo como cuando solía ser jóven, cosa tan distinta en mis tiempos de juventud, me arriesgaba tanto y por mucho esfuerzo que hiciera tan sólo me enfermaba de una leve gripe, antes siendo jóven me atrevía a hacer cosas tan extremistas y ahora aunque me atreva mi cuerpo me lo impide, ser viejo me ha obligado a vivir más que mis amigos y a pasar por la muerte de algunos de ellos, también tuve que vivir la muerte de mis padres y sentir el dolor más grande que es su ausencia. Me acomodo en mi silla, que gran alivio, es un descanso muy grande para mi espalda, tengo sueño, uno muy fuerte, me obliga a cerrar los ojos pero no pongo resistencia, quiero descansar un poco, mis días han sido muy agotadores debo aprovechar y dormir un poco.
¿Esto es obscuridad? No… Todo rastro de luz se ha ido pero, siento algo distinto, absolutamente invadido por el miedo y la ansiedad ¿Dónde estoy? Quizá en la nada… No, eso me aterra, estaba en mi cuarto y luego aquí. Esto podría ser un sueño… No, algo me mantiene conciente sé que no es un sueño de eso estoy seguro, pero entonces… ¿Qué es? ¡¿Dónde estoy?!
De repente una luz resplandeciente despertó a lo lejos y lentamente se acercó a mí, era lo único que podía ver, era como una hermosa luciérnaga que aunque pequeña era capaz de calmar mi sentir. Oh, se aleja ¡No, espera! Corrí persiguiendo esa pequeña luz, creí que me mostraría una salida de ese lugar tan extraño pero sentí como si no me hubiera movido ni un poco a pesar de haber corrido tanto, me tropecé y caí, cuando me levanté una puerta frente a mí estaba. ¿Y ahora que hago? Suspiré ¿Debería entrar? No tengo mucho que hacer aquí, me aterra este lugar y quizá está puerta sea una salida pero… ¿Porqué tengo tanto miedo?. Aquella luz que intenté seguir resplandecía dando vueltas y vueltas hasta caer en la parte superior de la puerta y quedarse ahí iluminándola, era como si me indicara que debía entrar pero sentía tanto miedo a hacerlo, estaba aterrorizado de una forma indescriptible tanto que llegue a sudar mientras todo mi cuerpo se tambaleaba, luego la luz empezó a apagarse, como la base de una vela que está a punto de acabar, pensé que si la luz se desvanecía perdería la oportunidad de entrar porque ya no vería más la puerta, no tuve más remedio que arriesgarme, tuve demasiado tiempo para pensar y lo único en lo que acababa es que debía volver a casa así que respiré muy profundo y aunque mis manos temblaban abrí y entré en aquella puerta.
Al cruzar sentí una sensación muy fría por todo mi cuerpo al igual que una ráfaga de viento helado, ¡Qué sensación! ¡Que escalofriante!, una vez cruzado por completo no veía nada, pero me sentía más seguro ya que sentía que mis pies estaban sobre un suelo cosa contraria sucedía antes de entrar por eso me aterrorizaba, levanté mis brazos intentando tocar algo que me indicara una pared o algo por el estilo pero no pude tocar nada estaba tan desesperado siempre he odiado la obscuridad, si, está vez si puedo decir que es obscuridad, anteriormente estaba seguro de que no lo era, parecía que flotara, estaba conciente pero no sentía que existía en cambio ahora, puedo percibirme, el miedo empieza a disminuir pero no por completo, quizá sea el hecho de sentir que me he alejado de ese lugar tan escalofriante difícil de describir, espero no volver ahí nunca más.
Escucho mi respiración es como un eco que resuena en mis oídos, esto que siento es tan extraño, es una sensación nueva, estoy aterrado pero aún así siento tanta paz y calma… Un sonido muy fuerte se escuchó a lo lejos y luego todo se iluminó, la puerta desapareció y al parecer no había más salidas, una gran habitación cerrada, aunque es un cine ¡Amo los cines!, Que extraño ahora estoy feliz o… ¿Aliviado? No pude evitar imaginar que encontraría algo horrible tras la puerta, pero me alivia saber que no es nada peor o parecido al lugar en en el que me encontraba anteriormente. La pantalla se encendió, me acerqué y me senté en la primera fila, luego se empezó a rodar una película… ¿Qué es esto? ¿Soy yo? y… tú… ¿Cómo pude olvidarte? ¡Quiero volver! Pero… No puedo, ¿Porqué no puedo? Quiero verte una vez más.
De pronto estaba llorando sin poder moverme de ese asiento observando una película, tan detallada, tan amarga, tan dulce, tan triste, tan feliz, tan… Mía, era mi vida lo que en aquella película se mostraba. El tiempo seguía, las horas pasaban y yo ahí observando aquellas figuras tan dolorosas, empezó con mi madre, mi amada madre tanto tiempo sin verte, te extraño tanto, estoy creciendo ahora voy a la escuela, me molestaban en ella pero no me siento enojado tan solo me siento de forma extraña, es una sensación tan fuera de lo común pero para nada se siente mal me genera mucho alivio, felicidad y quizá un poco de nostalgia, sonrío, que locura extraño tanto mi pasado que incluso siento nostalgia por los días de dolor y fracaso, mi primera experiencia con el rechazo, ¿Ah? ¿Pasado? Lo dije, todo esto no es más que mi pasado, por eso siento un vacío al verlo, mi familia, mis amigos ¿Todos están en el pasado ahora? Todos serán dejados atrás. Ahora empezaba a entender, no puedo volver, jamás volveré a casa, me he ido para siempre… Estoy viejo y probablemente muerto.
Viví tantas cosas que no puedo creerlo, al borde del peligro, al extremo del dolor, viví la desesperación, la depresión, y los más hermosos romances, tanto tiempo pasó, y lo siento tan poco, la vida se siente tan corta pero es tan larga. Está película me muestra todo incluso lo que había olvidado, recuerdos perdidos, errores cometidos, y un sin fin de personas, todas con una fuerte huella en mi memoria pero tú, ahora que estoy muerto deseo hablarte y decirte tantas cosas, las últimas bromas, las últimas lágrimas, como me hubiera gustado saber cuándo sucedieron para poder disfrutarlas al máximo.
Oh, mira ese recuerdo, ojalá pudieras verlo, fué la primera vez que nos vimos, esos ojos, esa sonrisa, como voy a extrañar verte… Lo siento, no me dí cuenta de cuánto te herí aquella vez, solo me fijé en mi propio dolor, que egoísta fuí. Tantos recuerdos, mi vida está ante mis ojos, recuerdas esa frase ahora es cierta “Estoy viendo mi vida pasar ante mis ojos” sonrío… Que jóvenes éramos suspiré, en qué momento llegué a esta edad, recuerdo que nada me importaba y buscaba la mejor manera para divertirme y disfrutar de mi vida, hacía muchas locuras y por supuesto que estaba acompañado, sonreí, de viejo recibí amor de muchas direcciones, pero no es tan bueno ser viejo, lo único bueno diría yo, es el sentimiento de orgullo y victoria por haber tenido la valentía suficiente para permanecer con vida hasta el último momento, vivir es difícil por eso me alegra haber llegado hasta aquí, cuando se es viejo, la emoción que más experimentas es la nostalgia, recuerdas tu pasado y te pones triste porque sabes que no volverá a suceder ¿Y sabes porqué? Porqué es pasado y el pasado nunca regresa…
Creo que tuve una vida feliz, no me arrepiento de nada, estuve vivo hasta el final, me alegra haber aguantado esos dolorosos momentos y no haber cometido aquella locura que me pasó por la cabeza, sí, todos llegamos al borde de querer quitarnos la vida y yo no soy la excepción. Ahora que lo pienso me doy cuenta de que soy tan débil, jamás pensé en vivir, sino fuera por tí esta película no duraría mucho, gracias por ayudarme a vivir, tu presencia me ayudó.
Ya llegó el momento… La película está llegando a su final, ese es mi cuarto y ese eres tú, veo tanto dolor en tus ojos, por favor no llores demasiado, lamento haber muerto, lamento dejar soledad en tu corazón. Pero tienes que prometerme algo… Debes ser feliz y debes vivir hasta el final, me gustaría que cuando llegue tu momento la película que veas sea tan larga y divertida que no puedas parar de reír, por ahora no te preocupes por mí, en estos momentos todo lo que siento se está desvaneciendo sentimiento por sentimiento, dolor por dolor, ahora entiendo porque tenía tanto miedo de entrar, parece que este es el final aquí todo acaba o quizá un nuevo comienzo empieza aquí, es irónico pensar que aún en esta situación no se sepa con certeza que vendrá después, como si estuviera vivo me quedaré a esperar el siguiente movimiento que tendré que dar en mi existencia. Me alegra que mi última emoción sea la felicidad, que hermoso sentimiento, me recuerda que estuve vivo y que te conocí, ahora puedo reír y dar el siguiente paso.
Las puertas en la habitación empezaron a aparecer, llegó la hora de levantarme e irme, pero no sin antes despedirme y decir… Lo siento y gracias por todo.
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En un lugar de el mundo una persona se encuentra llorando en estos momentos por la pérdida de un ser querido, abraza su foto y cae cubierta entre el llanto y el dolor, un dolor inevitable muestra del cariño y de los recuerdos que se han dejado atrás. La vejez no es vista de otra forma que del lado cruel de la vida o la partida final, un momento para recordar el pasado y de lo feliz que se fué siendo jóven.
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