Tan dulce, como amargo

Su sabor al venir era dulce con el beso de una madre, su sabor al irte era amargo como la ultima lagrima antes del olvido.

En ocasiones le veía por la ventana, otras, directamente le observaba hasta que te desbastecidas entre las multitudes. El motivo se tu marcha, solo usted lo conoce, pero el mal sabor de boca fue tan largo como que por las noches todavía lo recuerdo.

Y haber soñar a que saben las nubes y tener en ansia de probar la luna, mas, usted me dejo con su amargura en mi boca en su partida tras dejarme saborear lo que era un primer beso en la noche.

A ser sincera la oscuridad no me dejo pensar con claridad, no le recuerdo con nitidez, le tenia delante mía con su olor avillanado que le caracteriza, en ese momento empece a notar como el sabor me inundaba y como no me había enamorado de usted, me había enamorado de su sabor. La gente no imagina todo lo que un sabor puede llegar a enamorar, pues, nadie piensa cuando esta enamorado.

Tras se termino el beso que me dejo con ganas de más empece a darme cuenta de que te ibas, te irías y te fuiste tal como el frío se va en verano tal como yo me quede helada al verte marchar. Ese sabor me atormenta, me encierra y me mantiene hundida en la penumbras pues nadie debe saber que yo probé de sabores prohibidos pues seria mi deshonra, pero a su vez, cuantas ganas de saborear.

Podría volver, estaría bien, quien le dice a usted que todavía le recuerdo, que han pasado años, incluso décadas, pero no volví a probar un sabor semejante, pues tan dulce es al venir como el beso de una madre, como amargo es como la lagrima anterior al olvido.