Buscando en mi corazón, me acuerdo de tú olor, de una noche de verano, donde percibí tú color. Blanca, como la nieve en la playa, como la luna, que un día mi cuerpo encontró en la cuna.

Débil como el pensamiento, efímera como la sensación del viento, persistente como la obsesión por el amor, consistente como el fuego y su calor. Tú fragancia sólo es percibida por unos cuantos locos, los pocos que conectan con la naturaleza, que no miran con los ojos y aprecian tu belleza.

Para mí eres esa sensación de tranquilidad, de amistad y de paz. Eres la flor más bonita de Málaga, tienes a toda la gente encantada, y a mi, una chiquilla, enamorada.

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