Me preparó una tortilla cocida sobre la ceniza, sus brazas rojitas se apetecen, el aroma me recuerda al abuelo, murió temblando… Me sabe al abuelo, a sus risas, su aroma es del abuelo, el maíz que solía cultivar el abuelo, la maquina que muele, la construyó el abuelo. -Madre esto sabe al abuelo

-¿y a que te sabe?

-Me sabe a su mirada, me sabe a sus manos desgastadas y suaves a la vez, me sabe a sus relatos de niño, el crujir en mis orejas son los golpes que recibió de niño mi abuelo. Mi saliva que moja me sabe a las lágrimas que derramo el abuelo.

-Vamos niña, quienes mueren no se llevan consigo los recuerdos y tampoco los sabores. Venga bonita déjame recordar a tu abuelo.

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