Este aplauso es para ti

Este aplauso es para ti

ESTE APLAUSO ES PARA TI

Armando José Sequera

–¡Ya no está nuestra foto!

–¡No, pero mira todas las que hay! ¡Parece que muchas personas copiaron tu idea!

–¡Sí, mira todas esas selfies!

–¡Increíble! ¡Quién iba a pensar que colocar una fotografía del momento de nuestro compromiso en la pared de este restaurante iba a tener tanto éxito!

–Aquella vez fueron tan amables cuando supieron que yo te acababa de pedir que nos casáramos y nos tomamos la foto. No se me olvida que al momento de felicitarnos, se me ocurrió preguntarle al encargado si podría colocar una copia de nuestra autofoto en la pared, exactamente detrás de donde nos comprometimos.

–A mí tampoco se me olvida lo sabrosa que estaba la pizza de esa noche. Una pizza boletus. Nunca había comido ese hongo. Mucho mejor que los simples champiñones. ¿A que no te acuerdas de su nombre científico?

–Boletus edulis.

–¡Qué buena memoria tienes, amor.

–¿Vas a pedir de nuevo esa pizza?

–¡Claro que sí y perdona que sea tan monótono!

–No te preocupes, por mí está bien. Esta vez te voy a acompañar.

–¡Buenas noches! ¿Cómo están?

–¡Buenas noches! ¡Muy bien!

–¡Estábamos viendo las fotografías! ¡Hay bastantes!

–Hay muchas más. Desde hace tres años se han multiplicado y ahora es una especie de tradición, de ritual, comprometerse aquí y colocar la imagen del compromiso en la pared. Son tantas que hemos tenido que guardar en álbumes las que hemos ido quitando. ¿Ven ese estante de madera? Esos álbumes contienen selfies de clientes. Todos dicen que es mucho mejor que colocar un candado en un puente.

–Cierto. Y más personal.

–Los primeros que lo hicieron fueron unos venezolanos que se acababan de graduar en la Universidad de Alcalá de Henares.

–Sí, lo sabemos.

–El encargado nos contó que, por lo curioso del caso, cuando se lo pidieron, aceptó colocar una copia de la selfie en el mismo lugar donde se comprometieron. Fue aquí mismo, detrás de esta mesa.

–Sí, eso hizo.

–¿Conocen la historia?

–La conocemos.

–¿Saben que fue ella quien le pidió matrimonio al novio?

–También lo sabemos.

–Fuimos nosotros. Yo sabía que él quería proponérmelo y también sabía que nunca se atrevería. Por eso tomé la iniciativa. Dentro de un mes cumpliremos tres años de casados.

–¡Qué sorpresa! ¡Fueron ustedes! ¡Permítanme buscar el cuaderno número uno. Allí está su foto. Ya regreso…

–Por lo visto aquí somos unas celebridades…

–Eso parece…

–¡Sí, aquí están! ¡Y están idénticos a hace tres años!

–¿Todavía el encargado del restaurante es el mismo?

–No, él labora en otra de nuestras casas, la del Carmen. Pero ahora lo llamo para avisarle que están de nuevo aquí. Le va a dar mucho gusto. Permítanme informarle de su presencia a nuestros clientes.

–No imaginé que nuestro aniversario sería así.

–¡Nos están aplaudiendo los clientes y los trabajadores!

–Este aplauso es para ti, amor: por tus iniciativas.

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