Él está llegando a su casa. Y muy cansado.

Tona es un chico de 13 años, dejando de ser niño para convertirse en un hombrecito muy joven, con grandes sueños y aspiraciones en la vida.

Él está destinado a grandes cosas. Más de las que él mismo siquiera puede imaginar.

—¿Cómo te va hijo?— Saluda papá, recibiéndolo en su hogar.

—Bien, papá— Dice mientras corresponde el abrazo que le da.

—¿Algo nuevo?—

Papá siempre trata de ser su mejor amigo, aunque a veces Tona no se deje.

—Nada— Dice mientras entra a su habitación.

Deja sus cosas y cambia su ropa. A él le gusta vestir cómodamente.

—Papá— Le habla mientras se sienta a la mesa, recibiendo un plato de sopa.

—¿Sí?— Le contesta su papá con toda su atención.

—Extraño a mamá. Y también a las niñas—

Hace unos dos meses que mamá se fue de la casa con sus hermanitas, para buscar mejorar su calidad de vida.

—Mamá siempre piensa en ti, y mamá te ama— Dice papá con cariño mientras se sienta con él.

—¿Entonces por qué no están aquí?—

El chico está afectado por las circunstancias de su vida presente.

—Mamá se fue, pero es temporal. Lo sabes bien—

—Sí, pero eso no quiere decir que las extrañe menos—

A pesar de ser varón, Tona es un chico muy sensible. Siente lágrimas en los ojos.

Su papá lo atrae con él y lo abraza. No lo puede sentar en sus piernas, Tona ya es muy grande, pero le acaricia los cabellos como cuando era pequeño.

—Mamá fue a trabajar. Ella desea que tengamos una mejor vida, y después de eso estaremos juntos de nuevo— La voz de papá es de total serenidad y seguridad.

—¿Y no pudo haberlo hecho mientras estábamos juntos?— Papá nota un cierto resentimiento en la voz del chico. Y otra vez lo abraza.

—Tú sabes que no. Pero no debes preocuparte, pronto estaremos juntos de nuevo— Papá puede escuchar como Tona suspira.

—¿Y si se olvida de nosotros? ¿Y si se va con las niñas y no vuelve?—

Al parecer son temores muy profundos y presentes en el adolescente.

—Eso no va a pasar— Papá se pone de pie y abraza a Tona con todo el amor que le tiene.

El chico solo devuelve el abrazo con desgano. Él sabe que cuenta con papá, pero como añora a mamá y las niñas.

—¿Sabes cuándo me di cuenta que en la vida valen la pena todos los sacrificios? ¿Cuándo me di cuenta que la vida recompensa a uno por lo que hace?— El cuestionamiento de papá tomó por sorpresa al chico.

—No— Dice secamente.

No quería ser malo con su papá, es solo que estaba dolido por sus circunstancias actuales.

Papá levanta la cara de Tona para que este lo vea directo a los ojos. Le expresa todo su amor con su mirada.

—Cuando te tuve por primera vez entre mis brazos, justo como ahora— Dice sonriendo.

Y Tona también sonrió con amor.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS