Cuando el acoso se hace parte de tu vida, y el miedo se palpa en tu mirada, tu sonrisa ya no existe, porque se ha desdibujado de tu rostro. Ya no tienes alegría de vivir, no te sientes útil.

Crees que eres un despojo de la sociedad, tocas fondo, te hundes en el lodo, y vas a la deriva. Porque hay una persona que te hace padecer todos estos síntomas, es que no te quiere ni una pizca, y tu tampoco por aguantarlo todo.

Porque le amas, pero eso no es amor, es posesión.

Y debes comprender que tu vida es solo tuya, y nadie mas la puede manejar, sin que tu le des permiso, se valiente deja a esa persona tóxica, que te oprime, y empieza a vivir.

Que ya habrá otra media naranja que te trate con respeto y cariño, y te ame de verdad.

Porque tu te mereces eso y mucho más.

Vuelve a sonreír con el aire que respiras.

Empieza a ser feliz sin mirar atrás.

Busca una meta en la vida y síguela.

Se valiente y guerrera que tu puedes con eso y más.

Quítate la careta de la tristeza.

Empieza a ser tu misma.

Busca tu lugar.

Encuentra tu autoestima, porque solo con ella bien alta, lograrás todo en esta vida, incluso sanar las heridas de un combate, en el que la victoria es la única palabra a pronunciar, para seguir adelante.

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