CURRÍCULUM VITAE

CURRÍCULUM VITAE

Soy una iniciada en éste circo, no es un circo común, es el que alberga a los demonios. Me han dado el puesto de domadora de demonios, no es fácil, pues hoy en día mis demonios personales aún no están domesticados, pero aquí estoy, ahora en Madrid, tratando de domar demonios ajenos.

Alguna vez, fuí una robacorazones, llegué a tener la colección más importante, pero no supe conservarlos y se pudrieron.

He desempeñado una serie de roles en la vida, soy actriz de reparto, no sé porque, no tengo esta profesión por voluntad propia, pero así es la vida, si te descuidas un poco, sin darte cuenta, llega, heme aquí, trabajando con demonios.

Recuerdo que alguna vez fui bufón, no crean que de alguna corte importante, no. Para mí acto, utilizaba dos patillas y un paraguas. Hasta la fecha, a veces me piden que siga divirtiendo a la gente pero la verdad estoy cansada y ya no me gusta ese rol, no me dejó buenos recuerdos, en cambio sí, mucha tristeza.

También fuí pitonisa, no tan importante como las del templo de Delfos, pero me defendía, usaba un espejo acusador en el que se revelaban los acontecimientos futuros, y a veces algún secreto fatal; eso tampoco me trajo suerte, sólo enemigos.

Pertenecí a la realeza, mi reino era pequeño, decían que mi dominio sobre la gente era implacable, una tirana, así me nombraban, alrededor de mí se creó un gran misterio. Aseguraron que tenía un plan infernal y que tejía un estratagema para apoderarme de las mentes y así manipular al mundo entero. Renuncié.

Fuí escultora, mis mejores obras son tres, labradas en oro de la mejor calidad, aún no son reconocidas mundialmente pero, espero que el día de mañana cada una alcance el triunfo a su manera.

Trabajé en un casino como croupier, estaba encargada de la ruleta, duré muy poco en ese puesto, fuí injustamente acusada de hacer trampa, siempre al parar la ruleta, estaba en el número cero, por razones obvias se me rescindió el contrato.

Si no me falla la memoria, alguna vez estuve en televisión, en un noticiero de poca importancia, pronosticaba el clima, tampoco ahí dure, no era mi culpa que todos los días en algún lugar del mundo hubiera torbellinos y niebla, a la gente le gusta que los días sean soleados y con un bello cielo azul pero, seamos realistas, eso es imposible.

Ahora, como domadora, no sé cuánto tiempo permaneceré aquí. Utilizo una máscara, para que los demonios no me reconozcan, me da miedo que una de sus garras me atrape, tengo que ser precavida, no quiero una tragedia más, cuando esto termine, borraré cuidadosamente mis huellas para que no me sigan, especialmente el buitre del pasado que continuamente me acecha. Llegará el momento en que ese siniestro animal haya desaparecido, entonces me iré y colgaré en mi cuello un talismán lleno de esperanza y paz, para que nada ni nadie me vuelva a dañar.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS