Toc Toc Toc

«Abre y cierra,

sube y baja,

y

baja

y vuelve a subir,

para volver a cerrar.»

Me tomaba el tiempo necesario, a veces de más para poder ponerle fin a una cosa, porque los finales de los demás para mí siguía siendo el comienzo de un todo, porque no logro terminar y reordenar mi cabeza, día y noche me quedo despierto y no duermo ¿o duermo? ¿realmente duermo?, me concentro en ir a verificar si la puerta esta cerrada, porque cualquiera podría entrar y robar lo poco que me quedaba;

-cierro y abro

-abro y cierro

-cierro y abro

-abro y cierro

Siento que me pica la cabeza, o miles de hormigas suben por mi espalda si siento la angustia de no poder volver a hacer algo que ya hice, porque suelo quedarme estancado en muchas cosas durante un largo tiempo, los detalles son inolvidables para mí, como su cabello que aún sigue enredado en la regadera…

es negro, o azabache, color carbón o grafito

negro – azabache – carbón – grafito

negro – azabache – carbón – grafito

negro- azabache- carbón – grafito

Sé que aún no olvido su aroma a papaya, o el lunar escondido en su espalda, era pequeño, tierno y café, pequeño, pequeño, tierno como ella, café como el que me preparaba en las mañanas.

Cuando se fue, la llame 27 veces en la mañana, 27 veces en tarde y 27 veces en la noche. Estuve así una semana, hasta que me enteré que cambió de número. Iba a verla todos los días después del trabajo, la esperaba donde siempre acordábamos, frente a la fuente principal, porque me gustaba quedarme a mirar el agua caer. Solía hacer tres viajes, iba y volvía, iba y volvía, iba y volvía, hasta que ya daban las 20:15 para esperarla puntual para ir a cenar.

Sentía la ausencia de alguien que logró convertirse en mi todo. En la noche cerraba y abría la puerta para ver si te arrepentías y regresabas a mí, porque no entendía cómo alguien a quien decías amar lograbas olvidar.,

¿me olvidaste? ¿desaparecí de tus labios?

Te siento aquí, aunque aún se sienta frió el lado de tu cama, porque sin ti no es igual, perdí el sentido de las cosas, y no logro concentrarme ya en nada más que en tu voz, aunque a veces me desenfoco y me quedo durante horas mirando las manijas del reloj, que suenan y suenan…

tik/tok

tik/tok

tik/tok

esperando a que el tiempo pase rápido, para que vuelvan a ser las 8.15 e ir a la fuente a tirar monedas pidiéndole al cielo que vuelvas a mí.