Me vine a amarte, y reventé de dolor.
Fui fugitiva de mi y jamás sentí tanta felicidad como la que tu me diste.
Amé las noches como lloré los días con temor a la soledad.
Mujer de alma grande y sueños inmensos.
Es ahora, cuando después de perderlo todo, tengo pánico.
Yo que me vine a amarte, gran ciudad, y pensaba que eras demasiado, y te hice tan mía…que te acabaste quedando pequeña en mis noches de verano.
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