Viajé

No, no no y no. No. ¿Cómo puede ser posible? ¡¿Es enserio?! Creo que solo me queda creer. No obstante, venceré cada palabra, cada pensamiento, cada momento en el que me ha abatido; Ella. Mi consciencia, mi cabeza, mis pensamientos, mis sentimientos. Si no son ellos entonces ¿Quién? si no soy lo que me completa. Si dejo de ser. Pereceré. No quiero perecer. Debo mantenerme firme aún, y es que queda mucho todavía. Queda tanto que pasa a ser inimaginable. Pasa a ser una evocación de una idea simplista, una idea que nosotros debemos simplificar porque no somos capaces de poder rajar la estructura vil de nosotros mismos. No somos capaces de abrirla y extraerle un sin sentido. Un absurdo. ¡PERO ESO LO SABEN! lo saben y lo saben. ¿¡Entonces qué!?. Nos quedamos aquí, mirando. Haciendo lo que solemos hacer cuando estamos con gente. Estar aquí mirando y sentirnos falsos. Falsos de ser, falsos de crear, falsos de re-crear. No somos. No seremos. Y no nos veremos. Porque no estoy, porque viajé. ¿A dónde? no sé. Eso es lo agradable y emocionante, un nuevo espacio.